Superados los 20 minutos, el
Avilés encontró hueco en la defensa zamorana. Jorge maniobró con
espacio en la derecha y metió un pase atrás que tras sucesivos
rechaces llegó a Iván Serrano, que controló y pese a estar
encimado por un rival no dudó en disparar, batiendo a Troya con
un fuerte zurdazo.
Buen escenario para el Avilés, que no suele
estar incómodo con el marcador a favor y gestionó con solvencia el resto de la
primera mitad. Natalio pudo ampliar la cuenta con una rosca desde la frontal y
un remate acrobático tras recibir de Fontán, mientras que el Zamora respondía
con acciones a balón parado, siendo la más relevante un cabezazo de Luismi que
se marchó desviado.
La segunda mitad comenzó con más llegadas
locales, con Jorge como protagonista en la banda diestra, pero iba a ser el
Zamora el que encontaría el gol en su primer acercamiento. Dani Hernández se
marchó por velocidad por la derecha y sirvió al corazón del área, donde Carlos
López no perdonó. Cuarto gol de Charly ante el Avilés en la categoría, tres con
el Bergantiños y el de hoy con el Zamora.
El centenar de aficionados visitantes despertó
de su letargo y espoleó a los suyos, que atravesaron de unos momentos de euforia
y arrinconaron al Avilés, aunque sin generar grandes ocasiones, destacando una
internada con potencia del lateral Silva que disparó muy alto.
El Avilés cogió aire en una acción aislada en
la que Isi Ros ganó por velocidad al propio Silva y cayó derribado al borde del
área. Corría el minuto 66 y el árbitro no dudó en señalar el penalti, que se
encargó de ejecutar, centrado y sin titubeos, Pablo Espina, que llevaba dos
minutos en el campo y se está especializando en anotar penas máximas decisivas.
El Zamora acusó el golpe aunque no hincó la
rodilla, generando inquietud especialmente en faltas laterales como la que
ejecutó Álex Ares en el 84, respondiendo Álvaro con un buen despeje a ras de
césped.
Los locales, con espacios, tuvieron cerca el
gol de la tranquilidad con un cabezazo de Primo en el primer palo a la salida de
un córner y un contragolpe de Alorda que definió excesivamente cruzado con el
tiempo casi cumplido.
El descuento de cuatro minutos tuvo su punto de
angustia pero final feliz, con el Guijuelo y el Compostela perdiendo, el gol del
empate del Ourense en Valladolid en el 90 aseguraba matemáticamente la segunda
plaza para los avilesinos, que festejaron con los suyos la doble alegría.
Con los deberes hechos, el Avilés acabará la
liga en Guijuelo el próximo domingo a partir de las 12, pensando ya en despejar
la incógnita del primer rival que caerá en suerte en la carrera final por la
Primera Federación.