El Marino supo mantener el pulso ante el conjunto más goleador del grupo y yendo
de menos a más, acabó superando al Valladolid Promesas. Algunas decisiones del
colegiado gallego Alfonso Alcalá Rey desesperaron a los jugadores y al público
local. En uno de esos lances al inicio del segundo periodo, Trabanco se llevaba
un codazo de Cedric y tras ser atendido para cortar la hemorragia en una ceja,
lució un llamativo vendaje y al final del encuentro recibió puntos de sutura.
Para los gozoniegos, sumar un punto a estas alturas de la liga y hacerlo ante un
rival de entidad, como este filial blanquivioleta, tiene mucho mérito. El Marino
no se amilanó y fue creciendo según pasaban los minutos, para acabar siendo
mejores que el rival, disponiendo de las mejores ocasiones y ganando casi
siempre los duelos individuales. El equipo entrenado por Julio Baptista que en
la ida goleó a los azules, tuvo que manejar otros conceptos en Luanco y se
marchó para Pucela quejándose del estado del terreno de juego, eso si dicho de
manera sosegada y elegante.



En el inicio ocurrieron pocas cosas significativas, hasta que en el 18' Jure
Marinovich realizó una salida arriesgada ante el lateral Garriel. El meta Aceves
despejaba un lanzamiento, cerrado, desde la esquina derecha a cargo de Guaya en
el 21', a Dailos le señalaban un fuera de juego dudoso en el 28' cuando se
internaba en el área y las protestas arrecieron poco después, cuando la primera
falta cometida por Trabanco acababa en una tarjeta que impedirá al central poder
jugar el sábado próximo en Laredo.
Tras el descanso Jure salvó un mano a mano con Manu Pozo en el 47' y en el 52'
llegó el codazo del goleador Cedric a Trabanco que estuvo cinco minutos
recibiendo los cuidados para volver al terreno de juego.
En este segundo periodo, el Marino mostró más atrevimiento, percutió sobre todo
por la banda derecha, donde Óscar buscó celeridad en los centros para
sorprender. Otro gesto del colegiado que no gustó a los locales tuvo lugar en el
63', al requerir al delegado de campo José Hinojosa que se anunciase por
megafonía la prohibición de lanzar objetos. La sorpresa fue mayúscula y todo
tuvo su inicio en una observación de su ayudante de la zona de tribuna, Castro
Alarcón que recogió y enseñó una gominola al árbitro principal. En el acta
reflejó que le impactaron en el pecho al asistente nº 2.

En el 65' triple ocasión para los locales, en otros tantos disparos consecutivos
de Jairo, Trabanco y Lora. En el 67' Lora y Jairo no llegaron por poco a un
centro de Óscar, Luis Nuño caía dentro del área en el 76' y reclamaba al
colegiado, el propio Nuño lanzó una falta por fuera en el 84', en tanto que
Trabanco remataba de cabeza en el 88' y Aceves acabó atrapando.
En el segundo minuto del añadido, Slavy intentó sorprender con un disparo desde
fuera del área, pero Jure atrapó y Guille Cueto que estuvo muy participativo en
ese tiempo de prolongación, pudo marcar en el 93' .
Al final un empate que deja una buena sensación a este Marino que el próximo
sábado viajará a Cantabria, para medirse a un Laredo que agotará, ante los
luanquinos, una de sus últimas bazas por engancharse a la permanencia,
reforzados por la victoria que lograron hoy a domicilio ante el Rayo Cantabria.
Este encuentro Laredo - Marino se jugará el citado sábado, a partir de las 18
horas, en el cuidado césped natural de San Lorenzo.
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