Partido de los que se suelen definir como
“trampa”, el que afrontó el Real Avilés en la Ciudad Deportiva de Castañares.
Allí aguardaba un Burgos Promesas con pie y medio en tercera pero con ganas de
morir matando. Los avilesinos repitieron el resultado de sus dos últimas salidas
y el de las dos últimas victorias como locales, sacando provecho de su mayor
eficacia de cara al marco rival.
La baja de Jorge por sanción propició la vuelta
a la titularidad de Alorda, única novedad en el once junto a la presencia de
Juan López en el lugar de Natalio. No obstante, Cañedo se vio obligado a tirar
del valenciano a los 20 minutos, como relevo de Edu Cortina, que tuvo que
retirarse por problemas estomacales.
El camino a la cuarta victoria seguida fuera de
casa comenzó de una forma similar a las anteriores citas, con un gol madrugador
que ponía las cosas muy de cara para los blanquiazules. A los cuatro minutos,
Isi Ros se colaba por la izquierda poniendo un centro bombeado que Alorda
cabeceaba a gol, tras una larga y elaborada jugada.


El Avilés pasó a controlar el choque sin
excesivos sobresaltos, exceptuando la sustitución de Edu Cortina, e incluso pudo
ampliar su cuenta, ante un Burgos Promesas que pisó el área en un par de
ocasiones pero sin llegar a intimidar a Davo.
Las opciones más claras para los avilesinos
llegaron superada la media hora. Primero una contra conducida por Primo habilitó
a Isi Ros y a Pablo Espina, que no concretaron sus remates; poco después, el
guardameta local sacaba una buena mano abajo para impedir que el cabezazo de
Morcillo rematando un saque de esquina se convirtiera en gol.
Los últimos cinco minutos de la primera mitad
fueron un aviso para el Avilés, los burgaleses probaron fortuna con sendos
disparos desde la frontal. López Pinto desde la izquierda y Molina en el costado
opuesto vieron cómo sus intentos se marcharon fuera por poco.

Siguieron dormidos los avilesinos en la
reanudación, Sergio Martínez inquietó con un disparo alto a los 50 minutos,
quedando claro que el Burgos no había arrojado la toalla. Fue un espejismo pues
el Avilés no tardó en reconectarse, y de la mejor manera, avisó Mayorga con un
lanzamiento desde la frontal en el 56 y tres minutos después Natalio anotó su
noveno gol de la temporada, rematando en el segundo palo un servicio de Alorda
tras una buena internada por la derecha del extremo.
Alivio para un Avilés que se mostró algo más
inseguro de lo habitual en defensa, permitiendo a los burgaleses disponer de
inmediato de dos claras ocasiones para recortar distancias, pero ni Molina ni
Ricoy estuvieron atinados en el remate.
El partido se fue tranquilizando y Cañedo
aprovechó para meter músculo en el centro del campo, dando minutos a Guram como
acompañante de un Juan López que tuvo que retrasar su posición para ejercer el
rol de Cortina.

El Burgos Promesas perdió fuelle en el tramo
final, certificando su descenso. El Avilés tiró de oficio para amarrar otro
valioso resultado, una nueva alegría para los aficionados desplazados a Burgos y
para los que siguieron el partido desde la pantalla gigante instalada en la “fan
zone” del Suárez Puerta.
Con el Arenteiro ya campeón y ascendido tras su
empate en el derbi termal ante el Ourense, el Avilés continuará la pelea por
conservar el subcampeonato el próximo sábado a partir de las 18 horas,
recibiendo precisamente a un Ourense inmerso en la lucha por la permanencia.
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