El Andés se impuso en el partido aplazado por la nieve en la jornada 24, el pasado 26 de febrero. Los naviegos tiraron de eficacia para imponerse a un Tineo que no mereció tal correctivo y que careció, una vez más, de pegada.

El Tineo, sabedor de la importancia de los puntos en juego, salió muy metido en el choque, suyo era el balón y el dominio del partido ante un Andés que se limitaba a jugar siempre en largo buscando a Sergi o a Martín, aunque sin mucho resultado. Tampoco para los locales, que llegaban, pero carecían de punch en la zona de finalización, por lo que los porteros fueron prácticamente espectadores en el primer tiempo. Hasta que, al filo del descanso, una indecisión defensiva local dejó a Martín sólo ante Iván Llamas, anotando el 0-1. Alegría para los visitantes y jarro de agua fría para los locales.

En la reanudación incrementó su presión sobre el marco rival el Tineo, que asumió riesgos y dejó más espacios, que trataba de aprovechar el Andés con balones en largo a la carrera de Sergi, quien gozó de una buena oportunidad en los primeros minutos, que despejó Llamas con acierto.

Pudo empatar el Tineo en el 52', en una falta botada por Miguel en la que Juan calculó mal su salida y el balón acabó en las botas de Prida, que no acertó a rematar en el punto de penalti a puerta vacía. Los de Quico Arias empujaban ante un Andés replegado en su campo, que se aprovechó de un rebote en la medular para que Sergi acabase batiendo a Llamas con un disparo raso, que botó de manera irregular y no lo pudo alcanzar el meta local.

Trataron de reaccionar los locales y un centro chut de Miguel lo desvió con apuros Juan, cuando casi se colaba por la escuadra. A renglón seguido, un córner botado por Omar lo remató fuera Noe, sólo en el segundo palo. La falta de pegada local marcó la diferencia y el Andés anotó el tercero en una nueva contra, aprovechando que el Tineo estaba volcado, para que Diego Expósito cerrase la cuenta. Aún así, Juan Navelgas tuvo la última de los locales en el 76', con un disparo a bocajarro que Juan Fernández desvió con apuros.