El período electoral del Club Deportivo
Mosconia acabó sin candidaturas y Mónica Fernández seguirá al frente del equipo,
con la misma directiva, pero en calidad de junta gestora. Una de sus primeras
decisiones fue ofrecer la renovación a Pole, que tomó la decisión de no
continuar, a pesar de que se siente "muy apoyado por la gente del club, a los
que considero amigos míos, pero no me veo para seguir". Se va agradecido a la
afición que, "a pesar de que no vamos bien clasificados, la afición responde y
Grado es de los sitios donde más gente va. Tenemos un alto porcentaje de
jugadores de la zona, casi la mitad de la plantilla, y eso la gente lo
reconoce".
En el fútbol de hoy en día abundan los tópicos
y falta autocrítica y gente que asuma la responsabilidad. No es el caso de Pole,
al que no le cuesta reconocer que le costó mucho fichar en verano, "no encontré
los jugadores apropiados, no pude hacer lo que tenía en mente, y el responsable
soy yo". A pesar de esto, el Mosconia va camino de cerrar la permanencia
matemática en las próximas semanas, tiene diez puntos de colchón sobre el
descenso y Pole confía en que no haya problema para certificarla en un par de
semanas, "con seis puntos más creo que podamos librar, pero no hay que fiarse".
El técnico moscón está satisfecho con el
trabajo de su equipo "empezamos muy pronto (18 de julio), entrenando cinco días
en pretemporada y cuatro durante la temporada, ahora bajamos a tres días. La
gente está comprometida y respondió, estoy encantado con ellos, lo dan todos y
compiten perfectamente".
Sobre el desarrollo de la Primera RFFPA comentó
que le sorprendió "negativamente. Pensaba que iba a ser más dura al bajar tantos
equipos de Tercera, pero hay mucha igualdad. No hay un nivel tan alto como yo me
esperaba. Hay algún equipo que tiene más plantilla que son los que están arriba,
pero cualquiera puede ganar a cualquiera".
En principio no entrenará la próxima temporada,
"si tuviera ganas de entrenar seguiría aquí, pero nunca se puede decir de este
agua no beberé".