El encuentro disputado
este sábado entre el Club Alcázar y el Juventud Estadio, de
Segunda Alevín -con poca trascendencia clasificatoria-, tuvo
que ser interrumpido durante unos instantes en su segunda mitad.
El árbitro tomó la decisión, según recoge en el acta, "debido a
que un sector de la grada local empezó a increpar a jugadores
del equipo visitante".
El colegiado concreta a qué dos jugadores se dirigían los
insultos, que califica de constantes, y los detalla "eres un
hijo de puta, vaya sin vergüenza, tonto que eres tonto, me cagó
en tu Puta madre enano, ya verás como sigues así chaval, llora
feo llora". También recoge que a otro jugador le dijeron
"eres un hijo de la gran puta, como se puede ser tan malo
gilipollas". Unos hechos lamentables en un partido de niños
de 11 y 12 años.
Tras comunicarlo al delegado de campo, se dispersó a los
espectadores que estaban detrás de la portería y se reanudó el
partido con la colaboración del club local. Osmel, coordinador
del Alcázar, asegura que presenció el partido y que no se
percató de ningún insulto, "simplemente teníamos conocimiento de
que el árbitro mandó parar para que se quitase a la gente de
detrás de la portería, pero no nos dijo nada de lo que después
recogió en el acta". Considera que el partido "transcurrió con
normalidad, remontó el Alcázar y con el 4-3 -acabaron ganando
5-3- se formó un poco de revuelo, pero nadie escuchó ese tipo de
insultos. Estamos sorprendidos en el club, si pasa eso se
debe identificar a la persona y llamar a la policía. Estamos
investigando, pero nadie sabe nada".
Por su parte, Pelayo Vigil, entrenador del Estadio, coincide en
que el partido se estaba desarrollando con normalidad y que
"a falta de unos diez minutos para el final, un jugador nuestro
hizo una falta y al padre del jugador que la recibió le pareció
mal y se oyó "me caguen tu puta madre niño", a los dos
minutos nos metieron gol y se acercaron a la portería a golpear
la valla y cada vez que se acercaba un guaje se escuchaban
insultos. Un par de nuestros jugadores se pusieron a llorar y el
árbitro decidió parar el partido".
Vigil pidió al árbitro que diese por finalizado el partido, "el
delegado del Alcázar me decía que queríamos marchar porque
íbamos perdiendo, aunque el entrenador fue más comprensivo. El
árbitro nos enseñó que faltaba un minuto y medio y le pedimos
que por favor no añadiese más". En las próximas horas está
previsto que los padres del Juventud Estadio presenten una
demanda en la Policía Nacional de Langreo por los hechos
ocurridos y recogidos en el acta.