El Avilés quería disfrazarse de verdugo y acabar con la imbatibilidad del Arenteiro a domicilio, y estuvo a punto de conseguirlo en un partido en el que rindió a gran nivel, en medio de un ambiente que hacía tiempo que no se recordaba en las gradas del Suárez Puerta.

Los puestos de los sancionados Natalio e Isi Ros fueron ocupados finalmente por Juan López y Luis Valcarce. El extremo berciano comenzó muy activo por la banda izquierda, la zona donde más intentó generar el Avilés en la primera mitad.

El Arenteiro se mostró atrevido, sin descuidar la defensa trataba de aprovechar el buen trato de balón de sus centrocampistas y cada vez que se aproximaba al área avilesina daba sensación de peligro.

El presidente del Arenteiro, Argimiro Marnotes, acudió disfrazado de pulpo al palco del Suárez Puerta.

El mayor susto para la parroquia blanquiazul fue un envío de Adrián Cruz escorado a la izquierda que no llegó a conectar con Manín. No tardó en replicar Jorge, cazando un rechace en la frontal y disparando de primeras alto.

Los saques de esquina fueron otra baza importante para ambos, especialmente para los locales, aunque el único remate que lograron conectar fue un cabezazo suave de Morcillo al borde del intermedio.

La segunda mitad comenzó con más intentos a balón parado, destacando un buen envío de Valcarce a pie cambiado que Juan López peinó sin encontrar portería. Quien sí la iba a encontrar, y de qué manera, fue Pibe en el 53, el extremo argentino recibía de Curro Rivelott y armaba su zurda a la altura del pico izquierdo del área, lanzando un misil que se colaba por la mismísima escuadra. Golazo en el primer tiro a puerta carballiñés del partido.

La reacción del Avilés no se hizo esperar, Luis Valcarce la tuvo clarísima en el 56 tras un balón fuerte y raso de Primo, pero su remate a bocajarro se marchó por encima del larguero.

Los locales pusieron toda la carne en el asador para voltear el marcador, imponiendo un ritmo alto que apenas permitía al Arenteiro dormir el partido, exceptuando un par de “siestas” del portero.

La defensa gallega era un muro, Juan López se topó por dos veces con el cuerpo de un zaguero; en la segunda acción se reclamó un posible penalti por manos de Germán, que pareció envolver el balón desde el suelo.

Edu Cortina volvió a rozar el empate a los 72 minutos, pero su intento lejano impactó en el exterior del poste izquierdo de una portería que finalmente fue vencida a los 84, tras un balón con la zurda de Jorge desde la derecha, un “caramelo” que Primo cabeceó en el área chica para hacer el empate.

El tramo final fue de ida y vuelta, el desorden y las imprecisiones marcaron el final de un partido que el Avilés bien pudo ganar, o incluso perder, pues con el tiempo casi cumplido Davo despejó un disparo de Joseca, en lo que fue última aparición en ataque de un líder que dio por bueno el punto.

El empate le sirve al Avilés para mantenerse en puesto de playoff, ya son cinco los partidos consecutivos sin conocer la derrota y los de Cañedo intentarán mantener la buena dinámica el próximo domingo a mediodía, en un interesante duelo asturiano en El Requexón ante un Vetusta que también atraviesa un buen momento.

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