El Burgos
volvió a ganar después de tres partidos sin conseguirlo. Lo hizo como suele
hacer, por la mínima y con portería a cero, en un partido con un ritmo lento y
pocas ocasiones. Los burgaleses hicieron valer su fortaleza defensiva para
superar a un Oviedo sin argumentos con balón para generar peligro sobre el marco
defendido por Caro.
Se
enfrentaban el menos goleado, el Burgos que ha encajado quince tantos, y el
menos goleador, el Real Oviedo, que ha anotado tan sólo diecisiete tantos en los
veintiséis partidos de liga disputados. Se esperaba un partido de pocos goles y
así fue.
Álvaro
Cervera hizo nada más los dos cambios por obligación, debido a las lesiones de
Viti y Borja Bastón. El técnico dio entrada a Moro en la derecha y a Enrich en
la punta de ataque, manteniendo el resto del once que salió en Málaga.
El
respeto, la prudencia y la igualdad se impusieron en una mitad de ritmo lento,
con mucho centrocampismo y pocas llegadas a los áreas. El Oviedo tuvo poca
fluidez en su juego y mucha dificultad para abrir el entramado defensivo de un
Burgos que jugaba con un 1-5-4-1. Enrich y Vallejo apenas intervinieron en las
zonas de incidencia y tampoco hubo desborde por parte de los extremos, con poca
proyección ofensiva de los laterales, algo más de Lucas, que fue de lo poco
destacado.
La
ocasión más clara fue para el Burgos, con un testarazo de Goldar a la salida de
un córner. El central remató sólo y el balón salió fuera por poco. El balón
parado fue un arma utilizado por el Burgos, que volcaba sus ataques por la
derecha con el sportinguista Gaspar Campos y las incorporaciones de Areso.
Cervera
permutó pronto la posición de Moro y Koba, pasando al jugador cedido por la
Lazio a la izquierda para a ayudar a Bretones, ante la indolencia del yibutí,
que pese a su calidad no termina de tener el protagonismo esperado. Aún así,
suyo fue el único remate del Oviedo, en el minuto 29, cuando intentó sorprender
a Caro desde cuarenta metros, pero el balón salió a dos metros de la meta
burgalesa. Desde fuera del área también lo intentó Gaspar Campos, con un
trallazo que salió por encima del travesaño en el minuto 43.
El
Burgos se adelanta en el 50'
Sin
cambios en ninguno de los dos equipos arrancó una segunda parte que, como no
podía ser de otra manera, tuvo más ritmo. Comenzó avisando el Oviedo con un
remate ajustado de Koba que salió desviado por poco, pero el que acertó fue el
Burgos, en una segunda jugada de un saque de esquina. Areso centró desde la
derecha y Atienza cabeceó el balón a la red, desde el área pequeña, ganándole la
partida a Jimmy.
Auto
expulsión de Enrich
El
partido se ponía cuesta arriba para el Oviedo, que no ha logrado remontar ningún
partido en lo que va de temporada. Y más tras la expulsión de Enrich, que se
autoexpulsó en el 55' tras hacer una falta en la esquina del campo y protestar
ostensiblemente cara a cara con el asistente. El juez de línea le pidió que se
apartase, llegó el árbitro, le mostró la amarilla, continuó protestando enfadado
y terminó siendo expulsado por doble amonestación. El Oviedo se quedó con diez y
peor que la pérdida del ariete balear, fue no tener la posibilidad de dar
entrada a un jugador que mejorase su escasa aportación.
Mejor
con diez que con once
El Oviedo
no echó en falta a Enrich y asumió riesgos en inferioridad numérica. Cervera
dejó la banda derecha entera para Lucas con la entrada de Montoro, que se situó
por delante de la defensa y por detrás de los amonestados Jimmy y Luismi. En el
76' tuvieron la mejor ocasión para empatar, tras un centro de Raúl Moro que
cabeceó Tarín al poste.
Con los
cambios fue Juanfran el que terminó teniendo todo el carril para él, jugando el
Oviedo sin extremos, con Sequeira y Manu Vallejo como referencias ofensivas.
Precisamente el argentino fue el que lo intentó en el 86', tras zafarse de su
marca en el lateral del área y buscar con intención el segundo palo, pero Caro
le ganó la partida.
Tres
minutos de prolongación, resultaron escasos y el Oviedo sólo tuvo un córner
defectuosamente botado por Juanfran, algo incomprensible con lanzadores como
Montoro sobre el terreno de juego. El Burgos tuvo dos opciones en la recta
final, un remate desviado y otro en propia de Luismi que atajó con apuros Braat.
La
derrota mantiene al Oviedo en la zona media de la tabla y dice adiós a la
temporada, salvo males mayores. Los de Cervera están a once puntos de la sexta
plaza que ostenta el Albacete, con siete de ventaja sobre el descenso, a
expensas de que juegue la Ponferradina. La próxima cita será el viernes (Cartagonova
- 21 h.) ante el Cartagena, noveno clasificado.