La crisis goleadora del Oviedo sigue patente. No ha conseguido marcar más de un
gol por partido y es el equipo menos realizador de la categoría con dieciséis
goles.
El Oviedo
rompió este sábado su racha como local, donde no había encajado gol desde la
llegada de Álvaro Cervera. Seis partidos aguantaron los azules sin encajar en el
Tartiere, donde lograron ganar cinco partidos por la mínima (1-0) y un empate
ante Las Palmas (0-0). Pero el Villarreal 'B' le aplicó al Oviedo su propia
medicina, marcó pronto y supo defender su renta ante un conjunto azul que
adoleció de pegada para, como mínimo, empatar el partido.
Y es que
el gol está siendo uno de los problemas del Oviedo en esta temporada tan
irregular. Tal es así que ahora mismo es el equipo menos realizador de la
categoría con dieciséis tantos en veinticinco partidos. Una media de 0,64 goles
por partido, exactamente la mitad de los que consigue el Albacete, que es el
máximo goleador con 32 dianas.
Aunque
cuando las cosas no salen bien en pretemporada siempre se trata de restar valor a las
sensaciones que transmite el equipo, lo cierto es que desde el verano se
atisbaba este problema, junto al de las numerosas lesiones de futbolistas, otro
de los hándicaps del Oviedo en el curso actual. Sin contar los tres goles
anotados en dos partidillos con el filial en El Requexón, el Oviedo no consiguió
ver puerta ante el Racing de Ferrol (0-0), Eibar (0-0), Alavés (0-0), Burgos
(0-1) y Racing (0-0). El único amistoso en el que marcó fue ante el Real Avilés,
que compite dos categorías por debajo, al que venció 1-2 en el Suárez Puerta.
Se comentaba que lo importante era la
competición, pero en liga continuó la pobre imagen del equipo en la faceta
ofensiva. El Oviedo es el único equipo de la categoría que no ha conseguido
marcar más de un gol en lo que va de competición.
El balón parado está siendo el recurso más utilizado por
el Oviedo, que no marca de jugada desde el pasado 19 de noviembre en Ponferrada,
cuando Borja Bastón adelantó a los azules tras un gran pase de Hugo Rama.
El ariete madrileño es el pichichi del equipo con ocho goles, aunque
cuatro fueron desde el punto fatídico. A pesar de que la cifra es sustanciosa, y
que tiene el aval de los veintidós tantos anotados el curso pasado, no está en
su mejor momento de forma.
El siguiente en la lista es Sergi Enrich, uno de los fichajes importantes
realizados este verano, donde Tito demostró que no tuvo mucho tino, motivo por
el que fue fulminantemente cesado a la par que Bolo. El delantero balear llegó
de la mano del anterior técnico, que ya lo había entrenado en la Ponferradina, y
ha conseguido marcar dos goles en los veintiún partidos disputados. Sale a
una media de 566 minutos por gol. Una cifra baja, como su rendimiento sobre
el terreno de juego. Con un gol están Dani Calvo, Tarín, Obeng, Montoro, Koba
Leïn y David Costas.
Evidentemente la falta de gol no sólo es responsabilidad de
los delanteros. Al Oviedo le falta más precisión, más talento sobre el campo
y eso se nota por la ausencia durante muchos partidos de jugadores llamados a
ser importantes como Borja Sánchez o Koba Leïn, que han tenido muchos problemas
con las lesiones.
El club ha movido ficha en este mercado invernal tratando
de revertir esta situación y ya se han cerrado las salidas de Sangalli y
Samuel Obeng, para dejar sitio a refuerzos de un perfil diferente como Raúl Moro
(Lazio) y Manu Vallejo (Girona). Dos jugadores rápidos, con desborde y del gusto
del técnico, que se presupone que tendrán más minutos que el primer fichaje
invernal, Leo Sequeira, que llegó de la mano del Grupo Pachuca, con el
visto bueno de Cervera, no está disfrutando de muchos minutos -77 hasta el
momento- ni ofreciendo el nivel esperado.
Los buenos números a nivel defensivo, con veinte goles
encajados, están evitando que los problemas se agraven en esta temporada,
decepcionante por el momento. El equipo es fiable en este aspecto desde la
llegada de Cervera, el Oviedo defiende bien a nivel colectivo, ha corregido sus
problemas en la faceta defensiva del balón parado y tiene definida su
retaguardia con Quentin Braat bajo palos, con los canteranos Lucas Ahijado y
Abel Bretones afianzados en los laterales, y con Dani Calvo liderando el eje de
la zaga, bien con Tarín o con David Costas.