Tiene tan sólo dos alturas, pero en el residen Alberto
Feito y David Avello, que acumulan más de doscientos
goles con la camiseta del primer equipo del Treviense.
Alberto Feito y David Avello.
El Treviense, fundado en 1931, es uno de esos
clubes singulares del fútbol asturiano. Trevías tiene poco más de un millar de
habitantes en su parroquia, apenas quinientos en su capital, pero mantienen la
esencia de que los jugadores del
equipo -solamente les queda el regional- sean de la localidad o de pueblos cercanos. Un club donde se valora a la
gente de casa y que quiere continuar con esta filosofía, a pesar de la pérdida
de población y de que cada vez hay menos gente joven en la zona rural y en las
alas del Principado. Lo positivo es que todo esto se
traduce en mayor arraigo e implicación por parte de sus jugadores, donde
solamente Hugo, natural de Novellana (Cudillero), no ha nacido en el concejo de
Valdés.
Una página de su historia la escriben dos
vecinos del Edificio La Vega, situado a pocos metros del campo de San
Miguel, del que le separa el río Esva. Un edificio que acumula más de 500
goles con la elástica del Treviense -contando el fútbol base-, y 211 en
categoría regional. Los protagonistas son David Avello, vecino del 1º, y
Alberto Feito, del 2º piso. Solo se llevan un año de diferencia y, además
vecinos y amigos toda la vida, llevan veinte años jugando juntos.
David Avello (Trevías - 1992) es el
mayor, va a cumplir ahora 30 años y recuerda que empezó con 9 a jugar al fútbol,
"empezamos a la vez, por aquí se empezaba en infantiles a jugar como federado y
para alevines y benjamines se jugaba la AFO, el torneo de la Asociación de
Fútbol de Occidente. Por abril entrenábamos y luego jugábamos con el Andés,
Vegadense, Tapia.. y demás equipos de la zona, salvo algunos que podían tener
equipo para estar federados".
Reside en Tapia de Casariego, donde ejerce como
asesor fiscal, y los martes tiene que entrar una hora antes a trabajar para
poder salir a las siete y acudir al entrenamiento, "competimos en inferioridad
con el resto de equipos que suelen entrenar un día más. Pero desde el club
consideran que es mejor entrenar dos días juntos en Trevías que hacerlo con
otros clubes y por separado". Solamente cinco de los veintiún jugadores del
equipo residen en Trevías, por lo que el resto se agrupan en coches desde Oviedo
y Gijón para acudir al entrenamiento. Para el del viernes hay menos problema,
porque ya van a quedarse el fin de semana.
Comparte vestuario con su primo Roberto, otro de los
veteranos del equipo, otro primo es directivo del club y su padre jugó en el
Treviense, formando parte de la plantilla que en la temporada 1992/93 logró el
histórico ascenso a Regional Preferente, categoría en la que estuvieron hasta la
1996-97. David Avello solamente vistió la camiseta del Treviense, tanto en
categorías inferiores como en regionales, y supera los 300 partidos con el
primer equipo, con el que lleva 111 goles -además de los más de 200 anotados en
categorías inferiores-. De cara al futuro no se pone ninguna cifra como
objetivo, "lo que sí me gustaría sería llegar en activo al centenario del club
(2031), aunque no sé si me dará el cuerpo para ello, que tampoco quiero
arrastrarme. Me gustaría llegar a esa fecha y que siga existiendo el equipo".
Por su parte, Alberto Feito (Trevías - 1993) empezó a jugar con
unos 8 años en el Treviense y,
hasta el día de hoy que tiene 29, tan sólo se ha perdido dos temporadas, una en
cadetes que no hubo equipo en Trevías por falta de jugadores y tuvo que jugar
en el Valdés Atlético y la campaña pasada en la que estuvo de misión en Mali
durante seis meses, por lo que prefirió no hacer ficha para jugar poco más de un
mes. Trabaja como militar en Noreña y tiene buen horario para compatibilizar los
entrenamientos con el Treviense.
Después de un año apartado de los terrenos de juego reconoce
que lo cogió "con muchas ganas" y a finales de octubre marcó ante el Llanera 'B' su gol número
100 con el primer equipo, "unos días antes me avisó David -que lleva todos los
datos estadísticos- que llevaba 99. Me cayó de sorpresa, pero presta
que alguien lleve la cuenta. Esa semana hubo un penalti y lo pedí". Lleva toda la vida jugando y vinculado al Treviense, así que
de momento "no me planteo la vida sin fútbol. Estoy bien físicamente y puedo
permitírmelo, dentro de unos años ya veremos".
El Treviense navega por la zona media y Alberto considera que "salvo La
Fresneda, Muros y Camocha hay mucha irregularidad, tan pronto pierdes o ganas
contra uno de la zona alta como de la zona baja. Los equipos están todavía
cogiendo el pulso a la temporada y yo tengo la esperanza de que podamos estar
entre los 5-6 primeros. Tenemos una plantilla bastante nueva, hay gente joven que
dio aire fresco al equipo y los veteranos tenemos que tirar un poco del carro
para intentar rascar algo más fuera de casa".