Los luanquinos estaban siendo muy superiores al Bergantiños, se colocaron con un dos a cero, pero un cuarto de hora de errores y de falta de contundencia noquearon a los azules, ante la incredulidad y la sorpresa general.

Esta tarde en Miramar pudimos usar esos tópicos de que "las apariencias engañan" o de que en un partido nada es definitivo hasta su conclusión. Esta derrota le duele mucho al Marino por aquello de venir de una dinámica de buenos resultados, pero sobre todo porque "el daño" llega después de ver esfumarse un 2-0 que hacía pensar en una victoria tranquila y hasta más cómoda de lo habitual.

Un penalti cometido sobre Luis Nuño y transformado por Lora, mediado el primer periodo daba la razón al equipo entrenado por Manel Menéndez, a todas luces superior al Bergantiños. Al inicio de la segunda mitad, Jairo Cárcaba aprovechó un excelente centro raso de Luis Nuño, para lograr el segundo tanto  local que parecía una sentencia para el cuadro gallego. Cuatro minutos desacertados de los luanquinos facilitaron el empate y en total, un cuarto de hora de desajustes, llevó a encajar la primera derrota en campo propio y la segunda del campeonato.

Álvaro Merayo y Nuño fueron las novedades en el once inicial gozoniego. Frente a ellos, un Bergantiños que no había entrado con buen pie a la liga y que además ha perdido a futbolistas que fueron diferenciales la pasada campaña, como Iago Parga, Antón Escobar o Yelco Alfaya.

El Marino mandaba en el partido y un derribo a Luis Nuño, preludiaba el penalti que aprovechó Alberto Lora para mover el marcador. Jairo Cárbaba, Luis Nuño y Ben Hamed tenían opciones para aumentar el tanteador y por parte gallega, solo Ander Pacheco se acercó con peligro. Óscar Fernández se lesionaba y dejaba su sitió a Iván Fernández.

Tras el descanso, Luis Nuño puso un centro raso al corazón del área pequeña, de esos casi imposibles de defender y Jairo se lanzó para lograr el 2-0  y el cuarto tanto personal en lo que va de campaña. Hasta ahí todo era felicidad para este Marino que de seguido viviría otra realidad.

Charly López sacrificado esta temporada a jugar como hombre más adelantado -aunque acabó este encuentro  retrasando su posición-, volvió a meter al Bergantiños en la pelea. Un despeje erróneo tuvo la culpa y Charly disparó con la zurda, raso y al palo largo, logrando de paso también su cuarta diana liguera. Acto seguido, un centro colgado al segundo palo, lo remató Palomares al fondo de la red. Nadie fue capaz de evitar el remate de cabeza del lateral, a pesar de su déficit de centímetros, con respecto a sus oponentes.

El Marino se quedó noqueado y lo peor aún estaba por llegar. Adri y Alberto pudieron marcar, pero la jugada siguió y el propio Alberto aprovechó una  alta de contundencia rival para recuperar el balón, dentro del área y marcar ese 2-3 que dejaba en silencio Miramar. Al cuadro azul le costó reaccionar. Lora con una vaselina, Iván con un disparo alto e Isma Fagir  con un remate de cabeza que salió fuera, pudieron empatar. Mientras que Ander Pachecho a punto estuvo de aumentar la cuenta de los suyos, de no mediar  las acciones de Aramburu y Miguel Prado.

Tarde aciaga para un Marino que viajará el próximo domingo a Torrelavega, para medirse a la R.S. Gimnástica, en partido que se jugará a partir de las 17 horas en el estadio de El Malecón. La directiva luanquina ha fletado un autobús exclusivo para aficionados.