El Marino logró un empate que debería de
ser valorado en su justa medida, más allá de fijarse en la clasificación ocupada
por el filial lucense, en la racha que llevan los luanquinos y en que
generalmente solo se dé por bueno, ganar y "jugar bonito". El partido de esta
tarde en Miramar exigió otras muchas capacidades a ambos equipos. Los de Roberto
Trashorras aún no saben los que es ganar, pero tienen argumentos sobrados, tanto
los que se refieren a la calidad individual y también los que van en consonancia
con la exigencia física. Hubo pelea, choques y contactos que permitió, a ambos
equipos, el colegiado cántabro a Aranda Bujedo y fue un partido con pocas
ocasiones de gol.
Un detalle semántico más que futbolístico
es el nombre de este equipo que por vez primera visitó Miramar, denominado
Polvorín F.C. en la RFEF, mientras que sus allegados y desde el propio club del
Anxo Carro prefieren la denominación de C.D. Lugo 'B'.
Aramburu volvió a la portería local y
Guaya entró en el once, como era de prever tras expulsión en Guijuelo de Dailos..
Hasta el 17' sorprendió Manel con la posición adelantada de Ben Hamed,
emparejado con el pivote defensivo rival, Vidal y quedándose casi como un
segundo delantero. El camerunés bajo a su posición más habitual, superado el
cuarto de hora y Lora "tiró" hacia adelante.
El espigado Alex Ramos buscó la portería
con disparos lejanos en el 3' y en el 11'. Un corner botado por Guaya en el 14'
y un centro de Delgado en el 19' eran los acercamientos relativos de un Marino
que no disparó fuera de puerta hasta superada la media hora, por medio de Jairo
Cárcaba. Aramburu detuvo un disparo flojo de Iago Novo en el 34', Miguel Prado
evitó la colada de Ramos en el 41' y el primer periodo se cerró con una falta
lanzada por Guaya, a la que no llegó por muy poco Cárcaba.
El Marino mejoró tras el descanso. Jairo
Cárcaba peleó, como en él es habitual, pero Parga supo frenarle más de una vez,
llegando a esos límites de permisividad que otorgó el árbitro cántabro. El
rapidísimo delantero César que más tarde retrasaría su posición y que por
velocidad forzó algunas tarjetas de sus rivales, tuvo la gran ocasión en el 56'.
Arrancó desde el centro del campo, dejó atrás a tres jugadores contrarios y se
plantó ante Aramburu. Su remate pegó en el larguero y ahí se quedó el gran
susto. Los de Manel pasaron a dominar territorialmente, Ben Hamed ofreció su
mejor versión de recuperador, aportando también dos lanzamientos a puerta desde
la frontal y por aquellos momentos se creyó que el gol luanquín llegaría.
No obstante Aramburu tuvo que intervenir
ante Jorge y Novo en el 69', mientras los azules ponían ese cerco al portal de
Brais Vázquez. Dos disparos de Ben Hamed, otro de Iván, un remate alto de
Trabanco y un centro de Borja al que no llegó por poco Jairo en el 80', hacían
creer en esa nueva victoria local. Brais Vázquez mandaba a corner un remate de
Luis Nuño y en ese asedio, Roberto Trashorras puso un central más para guardar
ese punto que no consideró una mala renta.
El Marino pudo ganar en ese tramo final,
pero la igualada no sorprende visto en desarrollo del juego y las diferentes
alternativas. Los hombres entrenados por Manel Menéndez jugarán el próximo
sábado frente al Coruxo, en O Vao a partir de las 17 horas. El conjunto vigués
ganó está mañana en Bezana al Rayo Cantabria, por 0-2 y ahora están igualados a
once puntos en la clasificación, con el equipo gozoniego.
ÁLBUM DE FOTOS