Ayer fue domingo, día de fútbol, pero la
noticia de la mañana no estuvo en los terrenos de juego.
Pasadas las once
de la mañana conocíamos el accidente que habían sufrido media hora antes Julio
Llanos y Miguel Méndez, entrenador y segundo entrenador del Ceares. Como
no podría ser de otra manera, el partido que les enfrentaba al Titánico, a las
doce en Las Tolvas, fue suspendido. La preocupación general de directivos,
entrenadores y jugadores por el estado de salud de ambos se tradujo en más de
trescientos los mensajes de apoyo recibido, "desde el presidente de la RFFPA, el
presidente del Comité de los Entrenadores, Adrián Barbón, Sporting, Oviedo... y
todo el fútbol asturiano. Tanto Miguel como yo estamos muy agradecidos".
Julio Llanos recuerda bien lo sucedido, en
un día que no se le va a olvidar nunca, "eran las diez y media de la mañana,
íbamos camino del partido a la altura de Lada en la AS117, no habíamos llegado
al Nuevo Ganzábal. Nos pusimos a adelantar a un coche y cuando estamos a
cuatro-cinco metros de sobrepasarlo apareció por la derecha un coche que venía
como loco, a mucha velocidad, para meterse entre los dos coches. No había
espacio y Miguel -que iba de copiloto, me avisó de que estaba a nuestra altura,
tiré un poco a la izquierda y pegamos con la mediana, volcamos y el coche quedó
de lado unos metros hasta que caímos en posición normal". Saltaron los airbags y
con dificultad consiguieron salir del coche hasta el arcén, "yo salí a gatas y
estuve unos instantes inconsciente. Nuestra sorpresa fue que cuando salimos
parecía una película, no había nadie. Tanto el coche que intentábamos adelantar,
que creemos que era de color blanco, y el infractor se dieron a la fuga. Al
minuto apareció un coche de jugadores nuestros, iban Edu, Mateo y Llerandi,
pararon, pusieron el chaleco, nos auxiliaron y llamaron a la ambulancia y
Guardia Civil que llegaron rapidísimo".
Al entrenador cearista le colocaron la vía
en el arcén y lo trasladaron en camilla al Hospital del Valle del Nalón,
mientras que Miguel Méndez le acompañó en la ambulancia sentado. Además del
susto, sufrieron fuertes golpes, aunque afortunadamente no tienen nada roto.
Julio Llanos está de baja laboral y posiblemente no podrá sentarse en el
banquillo el próximo domingo, aunque espera estar recuperado para el siguiente
encuentro.
Tras el accidente "me acordé mucho de mi
hijo y de lo que se piensa cuando estás mal, que lo principal es tener salud y
que las batallas del deporte pasan a un segundo plano. Hay que disfrutar la
vida, porque hoy estás aquí y mañana sabe Dios". El entrenador ovetense tendrá
que cambiar de coche, con el hándicap de que al haberse dado la fuga el seguro
no le cubrirá los daños, por lo que demandan colaboración ciudadana, "si alguien
vio o es conocedor de algo, que nos ayude a identificarlos, por favor. Gente así
no puede andar por la carretera".