El Sporting se trae un punto del siempre complicado Heliodoro Rodríguez López. Puede saber a poco por la buena primera media hora de juego y porque la ventaja en el marcador se mantuvo hasta en el 79, pero también deja un regusto dulce tras una muy mala segunda mitad, aculado atrás y con un Tenerife que fue y fue hasta conseguir la igualada.

Abelardo sorprendió con el once, haciendo una única permuta respecto al Ibiza. Nacho Méndez suplió a Aitor García, y los internacionales Djuka y Gragera se quedaron en el banquillo. El plan elegido le dio la razón al Pitu, puesto que la puesta escena fue muy buena del Sporting. Dominaba el centro del campo, llegaba por bandas y acababa jugadas.

Cristo se estrenó como rojiblanco en su casa. Él se lo guisó con una buena presión que propició el error de León, y se lo comió definiendo perfectamente contra Juan Soriano. Nada pudo hacer el portero, que sí que tuvo que intervenciones de mérito ante Juan Otero. La primera media hora fue realmente buena del Sporting. Todo se torció con la lesión de Nacho Méndez. El luanquín, en su primera titularidad del curso, se tuvo que retirar antes de tiempo con un esguince en su rodilla.

El Tenerife fue a más en el partido, con dos laterales muy ofensivos como Mellot y Nacho. El francés hizo trabajar a Mariño, con un centro chut que se colaba en la portería. Antes, también un centro desde la derecha, tras tocar en un defensa, se envenenó y se estrelló en larguero, rematando fuera posteriormente Waldo. El Sporting pudo marcar el 0-2 tras un balón parado, que después de varios rechaces, lo recogió Gragera, que disparó fuera. La sensación es que el Sporting hizo una primera mitad para tener mayor renta en el marcador.

La segunda mitad fue de claro color local. No le gustó nada a Abelardo, que criticó duramente a su plantilla en la rueda de prensa posterior. Se aculó en exceso, dejó de hilvanar pases y estuvo a merced del rival. Un Tenerife que lo siguió intentando con más empuje que otra cosa, y volcando claramente su ofensiva por las bandas. Los cambios visitantes tampoco ayudaron, y a pesar de terminar con un 5-4-1, el gol del empate acabó por llegar. Enésima acción de Mellot por la derecha, no le siguió Jony, y su centro apurando línea de fondo, lo tocó suavemente Insua, quedándole el balón a Nacho, que se sacó de la chistera una volea, que tras tocar en el palo, se coló en la portería.

Siguió intentándolo el Tenerife, y el Sporting, por fin, consiguió amenazar a la contra. Una buena conducción de Pedro Díaz, habilitó a Djurdjevic, cuyo disparo potente, muy centrado, lo despejó Juan Soriano. Lo pudo ganar en este tramo final el conjunto gijonés, pero también perderlo. De un córner a favor, llegó una contra que nadie paró y que permitió a Appiah colarse en el área y sacar un disparo abajo, que despejó acertadamente Mariño.

Reparto de puntos que permite al Sporting sumar por segunda jornada consecutiva y que volvió a mostrar un equipo de dos caras: un arranque esperanzador y una segunda mitad preocupante. Que el punto sirva para coger confianza y mejorar en aquellos aspectos negativos acaecidos esta noche. Los rojiblancos tendrán una semana para preparar su próximo encuentro, puesto que volverán a jugar de viernes, en este caso en El Molinón ante el Villarreal B.