El primer aviso lo dio el equipo local, por
medio de Juanlu, que tras un perfecto aclarado tras saque de esquina, no
consiguió impactar solo en el punto de penalti. A partir del minuto 15 empezó a
encontrarse el Sporting. La presión comenzó a ser efectiva y dos robos dieron
lugar a dos buenas aperturas de Queipo para Djuka, que no acertó a convertir. En
la primera, la más clara, se encontró con la respuesta de Ramón Juan y en la
segunda estrelló el balón en el lateral de la red.
Los dos tantos de la tarde llegaron en el
primer tiempo y de cabeza. Se adelantó el Mirandés con un centro-chut de Salinas
que acertó a meter la cabeza Raúl García, adelantándose a Cali, para hacer el
1-0. Estuvo bien la estrenada pareja de centrales el Sporting, más allá del gol
encajado, demostrando contundencia y dominio del área en los envíos locales. No
tardó en reaccionar el conjunto gijonés. Una falta lejana colgada magistralmente
por Cote, lo cabeceó a la red Gragera. El lateral demostró que su zurda va a
aportar mucho este curso. Con el empate en el marcador terminó una primera mitad
que dejó al debutante Queipo como el más destacado de los visitantes.
Abelardo cambió su centro del campo al
descanso, con el ingreso de Zarfino por Pedro Díaz. La mejoría no llegó de
golpe, ya que hubo que esperar al cambio de sistema, con la entrada de Nacho
Méndez por Cristo, pasando a tener tres por dentro. Eso y el bajón físico del
Mirandés fueron clave. Porque el inicio de la segunda mitad fue similar a la
primera. Mejor posicionado el equipo local, ganando todas esas segundas jugadas,
como por ejemplo Oriol Rey, que se adueñó de un despeje rival para asistir a Nico Serrano, el mejor de los suyos, disparando desviado.
Si algo demostró hoy el Sporting es que no
necesitó de dominar, de someter al rival, para hacerle mucho daño. Un centro
magistral de Otero, no acertó a rematar bien Djuka en el segundo palo. El
delantero balcánico tocó el balón con el bajo vientre, salvando bajo palos Ramón
Juan. Después lo intentó Cristo con un remate rozando el palo.
El nombre propio de la segunda parte fue el de
Juan Otero. El colombiano fue el mejor de los suyos y estuvo cerca de conseguir
el gol de la victoria. Bueno, lo consiguió pero el VAR lo anuló. Tras una buena
acción individual, desde la izquierda, recortó hacia dentro y se sacó un disparo
que despejó acrobáticamente Ramón Juan. Sí que conseguiría batir al portero en
el tramo final, tras asistencia de Djuka. El árbitro concedió el gol, pero desde
Las Rozas lo anularon, al arrancar en una posición ajustada pero algo
adelantada, según la imagen aportada por la tecnología.
Al final reparto de puntos, que supone un buen
punto de partida, pero que deja la sensación agridulce de haber generado lo
suficiente para sumar los 3. Empate que buscará hacer mejor el Sporting
venciendo el próximo sábado al Andorra, en un choque donde veremos si llegan las
dos piezas, mínimo que faltan, y si se recuperan Aitor o Rivera, bajas para el
estreno liguero.