El Juez Único de Competición sancionó con 500 euros de
multa a cada club, por los insultos racistas producidos
este fin de semana..
Los insultos racistas que recogió el acta
del Marino de Luanco - Gimnástica Segoviana se saldaron con una multa de 500
euros al club gozoniego. Según reflejó el colegiado vasco, García Arriola,
"En el minuto 50 de partido, con el juego detenido, desde detrás de la portería
según sales al terreno de juego situada a la izquierda, varios aficionados
identificados como seguidores del Marino de Luanco por las bufandas y camisetas
que portaban, se han dirigido al jugador visitante número 18 D. Mansour Seck en
los siguientes términos: "¡Mono, Mono!" Dicho comentario ha sido escuchado por
la árbitro asistente número 2, por lo que me he acercado a donde el delegado de
campo para que comunicara por megafonía que cesasen dichos comentarios. El
delegado de campo me comunica que no disponen de megafonía y, como solución a
ello, el capitán del equipo local ha ido a donde dichos aficionados para que
cesasen dichas actitudes. La acción no se ha vuelto a repetir durante el
encuentro, estando el partido detenido durante un minuto y medio en ese
momento."
El Marino presentó alegaciones, indicando
que "que en su estadio nunca sabían producido episodios racistas; que tras
recibir su delegado la advertencia del árbitro, fue el capitán del equipo, quien
actuó con celeridad, dirigiéndose a la zona donde habían sido proferidos esos
insultos, sin que volvieran a producirse a partir de ese momento; que fue la
juez de línea quien manifestó haber escuchado las palabras "mono" en sentido
despectivo, pero no situó la zona desde donde salieron, ni que viniesen de coro
o grupo organizado, ni que se escuchasen antes o después; y, entre otras
cuestiones adicionales que al Club Marino le hubiera gustado identificar a los
culpables para evitar acciones similares y prohibirles la entrada al recinto
deportivo".
El club gozoniego también hizo alusión a que debió haber un malentendido entre
árbitro y delegado, puesto que existe megafonía en el campo. "Igualmente, el
club Marino de Luanco ha aportado un video de la situación producida, sin
embargo dicha prueba ha sido presentada a las 18:25 horas del día 26 de abril,
es decir, extemporáneamente, una vez superado el plazo establecido en el
artículo 26.3 del Código Disciplinario y por tanto, no puede ser admitida, si
bien, a efectos dialécticos, hemos de reseñar que dicho elemento nada aporta,
salvo la aparente confirmación de los hechos narrados por el árbitro".
El Juez Único de Competición acordó sancionar en su grado
mínimo, es decir, 500 euros, al Marino de Luanco. Una multa similar a la que
recibió el Palencia Cristo Atlético, donde el colegiado gallego Quintairos Rial
recogió insultos racistas, " En el minuto 51, desde el fondo que queda detrás de
la portería que está a la izquierda según se sale de los vestuarios, un grupo de
aficionados identificados como pertenecientes al club C.D. PALENCIA CRISTO
ATLÉTICO por portar banderas e indumentaria con los colores y escudo de dicho
club, así como por sus gritos de ánimo durante todo el encuentro, se dirigieron
al portero del club U.D. LLANERA, D. MARTIN MAPISA en reiteradas ocasiones
gritándole expresiones tales como: "¡Mono! ¡Macaco!". Estos hechos fueron
puestos en conocimiento del delegado de campo, realizándose 1 minuto después un
aviso por la megafonía del estadio para que cesase dicho comportamiento. Tras
realizarse dicho aviso, no volvimos a detectar que se repitiesen estos gritos ni
que hubiese más incidentes".