El árbitro tinerfeño, Trujillo Suárez,
tuvo trabajo una vez finalizado el encuentro. Tras el pitido final se produjeron
dos tanganas, una próxima al banquillo local en la que Femenías fue increpado
por un grupo de jugadores del Sporting, algunos de ellos sin convocar. El
portero del Real Oviedo fue agredido por Berto González y por Christian Rivera.
El desencadenante podría haber sido algún gesto de Femenías que hizo saltar la
chispa a los sobresaltados jugadores del Sporting.
El acta recoge las expulsiones de estos
dos futbolistas:
B.- EXPULSIONES
- Real Sporting de Gijón SAD:
+ En el minuto 90 el jugador (14) Gonzalez Garcia, Alberto fue
expulsado por el siguiente motivo: Una vez finalizado el partido y
encontrándonos todos los participantes aún sobre el terreno de juego, a
instancias del árbitro asistente de vídeo (VAR) lanzar dos patadas a la
altura de la pierna al guardameta visitante sin llegar a impactarle. Dicha
expulsión no se mostró sobre el terreno de juego debido que en el mismo
momento estaban teniendo lugar otras confrontaciones multitudinarias sobre
el terreno de juego y acceso a vestuarios, informando de la misma a ambos
delegados en el túnel de vestuarios.
+ En el minuto 90 el jugador (17) Rivera Hernandez, Christian fue
expulsado por el siguiente motivo: Una vez finalizado el partido y
encontrándonos todos los participantes aún sobre el terreno de juego, a
instancias del árbitro asistente de vídeo (VAR), golpear con su mano en la
cara con fuerza excesiva al guardameta adversario. Dicha expulsión no se
mostró sobre el terreno de juego debido que en el mismo momento estaban
teniendo lugar otras confrontaciones multitudinarias sobre el terreno de
juego y acceso a vestuarios, informando de la misma a ambos delegados en el
túnel de vestuarios.
Además, a la salida del campo del Oviedo y
del trío arbitral se produjeron lanzamientos de objetos y el acta recoge que un
aficionado lanzó "una zapatilla que impactó sin causar lesión aparente, sobre un
miembro del equipo visitante". Lo que podría acarrear una multa al club
rojiblanco.
Una pésima imagen para el fútbol y sobre
todo para los más pequeños, después de un derbi que se había desarrollado con
normalidad, sin incidentes en el recibimiento de los autocares y con un
emocionante partido durante los noventa minutos de juego.