La RFEF, a través de su departamento de Integridad y
Seguridad, va a denunciar ante la Policía Nacional la sustracción de
información de sus cuentas de correo electrónico, así como de conversaciones
de texto y audio privadas de ejecutivos del ente federativo. Todo parece
indicar que se ha sustraído ilegalmente información de los terminales
privados del Presidente y del Secretario General.
Es probable que esta información privada obtenida ilegalmente y con claros
propósitos delictivos haya sido ofrecida a distintos medios de comunicación.
Se ha llegado a esta conclusión tras ser un periodista quien ha adelantado a
la RFEF la próxima publicación de este material sustraído ilegalmente que el
medio ha recibido, según el periodista, mediante un informador anónimo que
con una voz encriptada ha contactado y lo ha puesto a su disposición por
medio de una aplicación móvil.
El citado medio de comunicación afirmó haber recibido, a través de terceros,
contratos confidenciales, conversaciones privadas de WhatsApp, correos
electrónicos y abundante documentación del ámbito de la gestión de la RFEF,
lo que, de ser auténticos, supondría un delito de revelación de secretos y
una violación de los derechos fundamentales de las personas atacadas.
La RFEF ha puesto estos hechos en conocimiento del departamento de Seguridad
e Integridad, que va denunciar esta actuación delictiva y mafiosa ante los
organismos correspondientes.
Desde hace unos meses la Federación y sus directivos han sido objeto de
intentos de ataques informáticos como hackeos y phisings los cuales fueron
denunciados oportunamente ante la Policía
Los ataques llevaron al ente federativo a contratar una empresa especialista
en la materia con el fin de llevar a cabo una copia de los contenidos
amenazados, ampliar el nivel de seguridad y evitar, en la medida de lo
posible, ataques futuros. En este proceso, coordinado con el departamento de
Seguridad e Integridad de la RFEF, se realizó una copia de seguridad de tres
ejecutivos federativos, entre ellos el Presidente y el Secretario General.
Se constata una acción criminal organizada y dirigida a la posterior
revelación de secretos mediante la distribución de documentación
confidencial con una clara intención espuria.