El Oviedo juvenil sufrió para imponerse a un trabajador Val
Miñor, que terminó yéndose con las manos vacías de El Requexón, tras encajar un
gol en el cuarto minuto del añadido.
Los de Nigrán se adelantaron en los primeros minutos de partido, pero el
conjunto que dirige Jaime Arias se repuso bien y tuvo opciones de golear antes
del descanso, al que se llegó con el 1-1 en el marcador. El Val Miñor ajustó en
defensa y en la segunda parte salió con dos líneas de cuatro muy juntas, que
dificultaban el juego de un Oviedo sin la fluidez ofensiva del primer tiempo.
Cuando parecía que el encuentro acabaría con el empate, llegó el gol de Nacho
Estrada que dio los tres puntos a un Oviedo que duerme en la cuarta posición, a
falta de que el Lugo y Sporting jueguen sus respectivos compromisos este fin de
semana.
La primera mitad fue de clara superioridad local, aunque
pronto se adelantó el conjunto visitante, aprovechando un error en la salida de
balón del Oviedo, que culminó Mario con un remate con el interior, al palo
largo, inalcanzable para Marco Suárez. Gran acción del pichichi oviedista, que
es uno de los máximos goleadores de la categoría a nivel nacional.
El Oviedo respondió pronto y en el minuto 11, Nico Blázquez cabeceó un córner y
el balón impactó en la parte superior del travesaño. Dos minutos después llegó
el gol del empate, tras un centro al segundo palo de Gabri Rabanillo que
controló con el pecho Mario Fuente, recortó al defensor y zon la zurda batió por
el palo corto a Manu.
Los de Jaime Arias continuaron dominando y gozaron de ocasiones para irse con
ventaja al descanso, pero sin puntería en los metros finales.
El técnico visitante movió ficha al
descanso y el Val Miñor mejoró en defensa. El Oviedo dominaba, pero sin fluidez
en los metros finales, incapaz de abrir el entramado defensivo del conjunto
pontevedrés. De hecho, el Val Miñor dio algún susto a la contra, aunque sin
finalización, con Marco Suárez siempre atento a los balones a la espalda de una
adelantada defensa carbayona. El meta oviedista sacó un buen pie en el minuto 52
para evitar lo que pudo ser el 1-2, en su única intervención de mérito de una
tarde en la que no tuvo mucho trabajo.
Lo intentó el Oviedo hasta el final,
aunque todos sus ataques morían en las inmediaciones del área y el portero del
Val Miñor apenas entraba en juego. Hasta que en el minuto 94, Nico centra al
segundo palo, toca Cheli de cabeza y Nacho Estrada cabecea desde el primer palo
al fondo de la red. Curiosamente uno de los jugadores de menos envergadura que
había sobre el terreno de juego.
Tres puntos que permiten al Oviedo empatar
con el Lugo a 47 puntos, aunque con un partido menos para los lucenses, y con
uno más que el Sporting que el domingo jugará en La Toba (12:00 h.) ante el Real
Avilés. El triunfo sirve también para echar un cable al Covadonga, que
marca la zona de permanencia con cinco puntos más que el Val Miñor.