La celebración al final del partido demuestra la importancia
de los puntos en juego. Jugadores y afición festejaron por todo lo alto el
trabajado triunfo sobre un rocoso Leganés, que cedió en la segunda parte ante un
buen testarazo de Bastón. Los pepineros apretaron hasta el final en busca del
empate, pero el Oviedo supo sufrir para sumar tres puntos que le mantienen en la
zona de promoción, en vísperas del derbi del sábado (20:30 h.) en El Molinón.
Todos los factores invitaban a que el Tartiere registrase una
gran entrada ante el Leganés. Los buenos resultados del equipo, la entrada en
puestos de promoción y la visita de Arturo Elías. La medida de entradas de
acompañante y el abono para los últimos cuatro partidos a 32 euros surtieron
efecto y el Nuevo Carlos Tartiere presentó un gran aspecto, tanto de entrada,
como de animación.
Ziganda introdujo dos cambios en la alineación y formó con el
equipo esperado. 4-4-2 con Obeng en punta y Viti en la banda derecha, que
entraron en lugar de Javi Mier y Sangalli. En el Leganés, Nafti pudo contar
finalmente con los dos jugadores que eran duda, Gaku y Arnaiz, dos piezas claves
en el conjunto pepinero.
Dos buenos equipos se enfrentaban en el Tartiere. El Oviedo
buscaba su tercer triunfo consecutivo ante un Leganés que llegaba con la
intención de ponerse a tres puntos de los carbayones.
El Oviedo apostó por un fútbol elaborado, combinativo, pero
con mucho pase corto y horizontal en la medular, lejos de la zona de peligro
para el Leganés, que defendía con orden e iniciaba la presión en campo propio.
Los madrileños también se mostraban cómodos con balón, aunque
exponían poco en ataque, donde los dos equipos adolecieron de desborde, último
pase y remate. Tanto Femenías como Dani Jiménez tuvieron un primer plácido. Por
parte azul, lo más destacable fueron un par de acciones puntuales de sus
extremos, Viti y Borja Sánchez, que no tuvieron finalizador.
Testarazo de tres puntos
El Oviedo dio un paso adelante tras el
descanso, buscando nuevamente a sus dos hombres de banda que fueron lo más
destacado. En la derecha nació el 1-0. Viti se asoció con Lucas y el lateral
puso un centro medido al área para Borja Bastón, que cabeceó el esférico como
mandan los cánones, enviando el balón al fondo de la red para delirio del
coliseo carbayón. Su decimoctavo gol de la temporada.
Costas se perderá el derbi
David Costas vio la quinta amarilla por
una falta sobre Bárcenas y se perderá el derbi, después de varios meses
apercibido con cuatro tarjetas.
El Leganés respondió tras el gol y se echó
arriba, ante un Oviedo que no conseguía tener la pausa necesaria con balón, ante
un Leganés que dio el primer aviso en el 68', con un remate de un activo
Bautista que despejó Femenías con una buena mano abajo.
Ziganda movió ficha en busca de mayor
equilibrio. Primero retiró a un desacertado Obeng, que entró poco en juego, por
Javi Mier. El canterano azul retrasó su posición minutos después con la entrada
de Sangalli y Joni Montiel, por Viti y Brugman. El vasco jugó en la derecha y el
cedido por el Rayo hizo las veces de enganche con Bastón.
El crono iba avanzando y tan sólo hubo un
susto. Una
falta de Lucas, cuyo disparo golpeó en la mano de Montiel -que vio la quinta
amarilla y se perderá el derbi-, que estaba situado en la barrera en
las inmediaciones del área y supuso una nueva falta. El Oviedo acabó
el tramo final encerrado por un Leganés que colgó balones a la desesperada en busca de un
empate que no llegó.
Momentos de sufrimiento para un Oviedo que
aguantó y se mostró más cómodo en los ocho
eternos minutos de prolongación, en los que los azules consiguieron mantener el
balón en campo rival, con Joni Montiel como protagonista aguantando la pelota. El Oviedo se afianza en la zona de promoción y deja
eliminado al Leganés, que se queda a nueve puntos y dice prácticamente adiós a
sus opciones de promocionar.
La próxima cita del Oviedo será el sábado,
a las 20:30 horas, en El Molinón. Un derbi que viene caliente por la polémica
decisión del Sporting de no enviar entradas a Oviedo, después de no aceptar las
de la primera vuelta en el Tartiere, alegando discrepancias con el dispositivo
de seguridad.
Arturo Elías en la celebración
Nadie se movió del Tartiere tras el pitido
final. Los más de quince mil espectadores despidieron al equipo con una sonora
ovación y gritos de motivación de cara al derbi. El patrón bajó a pie de campo y
se unió a la celebración que demuestra la unidad que ahora mismo hay en el
oviedismo.