Una excelente temporada en el Lenense, después de su paso por
el filial del Real Oviedo, le permitió dar el salto a la Segunda B en verano de
2014, de la mano del equipo de su localidad. Natural de Sama de Langreo, se hizo
pronto con un sitio en el equipo y el pasado domingo alcanzó los 250 partidos
con el equipo, lo que le convierte en el portero que más veces ha defendido la
portería del Langreo en toda su historia, así como uno de los diez jugadores
que más veces se ha lucido el escudo del Unión, aunque todavía lejos de
Ricardo Terente, que jugó 575 partidos.
"Ser de aquí y ser el capitán del equipo es un
orgullo para mí"
En los prolegómenos del partido ante el Arosa recibió una
camiseta conmemorativa, aunque ya era consciente del dato, "me lo dijo en verano
Ricardo Coto -responsable de comunicación del club-, y ya lo teníamos más o
menos calculado". Esta efeméride supone "un orgullo. Ser de aquí, el capitán del
equipo y conseguir esto... nunca lo hubiese imaginado cuando vine para aquí",
confesó Adrián Torre.
Tiene cuerda para rato: "todavía me quedan
muchos años, me encuentro muy bien"
Lleva ocho temporadas consecutivas y espera que sea para largo "siempre dije que
aquí estoy muy cómodo, esta es mi casa y aquí estoy como en ningún sitio. Para
que yo decida marchar tiene que ser por algo muy muy bueno y de momento no
pienso en otra cosa que seguir en el Langreo". En agosto cumplirá 33 años, pero
de momento no quiere pensar en su retirada, "todavía me quedan muchos años,
porque me encuentro muy bien", aunque reconoce que "sería especial para mí
retirarme aquí".
Adrián Torre, en su primera temporada como portero del
Langreo.
"Siempre recordaré mi primera temporada, a pesar
del descenso. Fue muy especial".
De esta etapa se queda con el ascenso conseguido en verano de
2018, "después del descenso y de dos intentos fallidos fue un alivio, una
liberación". Aunque también recuerda con cariño el primer año, "fue especial
para mí y lo recordaré siempre, aunque al final no conseguimos mantener la
categoría". También hubo momentos duros "como el descenso en la temporada
2014/15 o las eliminaciones en la fase de ascenso de los años posteriores ante
el Haro y el Almería 'B' porque no contábamos con ello".
El Langreo lleva una dinámica regular esta temporada y
siempre ha estado en la zona media, aunque en las últimas jornadas se está
acercando peligrosamente a la zona baja, "llevamos unas semanas complicándonos
nosotros solos y hace seis partidos que no ganamos. Tenemos que plantearnos el
partido del sábado (Nuevo Ganzábal - 18:00 h.) como si fuera una auténtica
final, porque si se consiguen los tres puntos te alejas de la zona peligrosa y
puedes jugar más tranquilo, pero si no nos meteremos en un problema. El equipo
se está mentalizando y tiene ganas de resarcirse del bache del domingo".
"Tenemos equipo para mirar hacia arriba"
La igualdad en el grupo 1º de Segunda RFEF es máxima, "está
todo muy igualado, estamos a cinco del playoff y a dos del descenso. Ganas dos
semanas y parece que vas a luchar por el playoff y pierdes dos y parece que vas
a descender. Necesitamos sumar de tres ya". En el vestuario hablan un poco de
todo, "este equipo no está para pelear por descender, en enero el club hizo un
esfuerzo y nos reforzamos muy bien, tenemos equipo para mirar hacia arriba".
Las dos últimas jornadas terminaron cediendo el empate en la
recta final y no sabe qué puede ser exactamente, "nos está pasando un poco de
todo", pero espera que no sea un exceso de confianza, "porque nos estamos
jugando muchísimo y estamos a un paso de mirar para abajo. No valen las excusas,
hay que salir desde el minuto 1 a por el Palencia".