Duelo asturiano en La Cruz con tintes agónicos.
El Ceares se presentaba con tan sólo 14 futbolistas disponibles, pero con ganas
de agradar a los suyos y retrasar al máximo la confirmación de su descenso. Al
Avilés sólo le valía el triunfo para espantar los fantasmas y ampliar o cuanto
menos mantener la distancia con el descenso.
Finalmente fue el colista el que se llevó los
puntos, un premio quizá excesivo pero reconocedor del mérito del conjunto teyero,
que a pesar de la escasez de efectivos y la situación clasificatoria hizo su
partido y compitió a buen nivel ante un Avilés al que le pudo la ansiedad.
Con solo un central disponible, Pablo Busto
optó por cambiar a defensa de cuatro y formar con un 4-4-2 bastante similar al
que planteó Astu en el cuadro blanquiazul, que presentó cuatro cambios respecto
al último once y que a modo de anécdota se vio obligado por el colegiado a jugar
con el pantalón de su segunda equipación.




Como era de esperar, fueron los visitantes los
que tomaron la iniciativa y a los diez minutos se les anulaba un gol por fuera
de juego tras un lanzamiento de falta desde la izquierda que cabeceaba Cárdenas.
El mayor peligro para el Ceares nacía de sus
propios errores en la salida de balón y poco después del gol anulado, una
recuperación avilesina acababa con un buen centro de Natalio desde la derecha
que desperdició Kilian en el segundo palo, impactando su remate en el cuerpo de
Pelayo Muñiz.
Poco a poco, los locales fueron llevando el
partido a su terreno, alejando del área a un Avilés que necesitaba una marcha
más para encontrar el gol. Pero quienes lograron ver puerta fueron los cearistas
a los 38 minutos, tras un balón largo para Óscar, que entrando por la derecha
puso a prueba a Moha por primera vez con un disparo cuyo rechace volvió a caer a
los pies del atacante, que no falló al segundo intento.





El Avilés tardó en reponerse aunque iba a tener
otra llegada clara justo antes del descanso, tras un error en el despeje de
Pelayo que habilitó a Natalio para conectar un remate con la izquierda que se
estrelló en el poste; el rechace le cayó a Iago Díaz pero la mandó a las nubes.
En la reanudación, el Avilés tardó en
asentarse, mostrándose impreciso y cada vez más nervioso, al ver cómo no
encontraba soluciones para sorprender a una defensa mermada y que esta campaña
no se ha caracterizado precisamente por encajar poco.
El Ceares fue incluso el primero en merodear el
área rival, con Madeira y Óscar buscándole las cosquillas a la defensa de un
Avilés que fue moviendo el banquillo sin lograr cambiar radicalmente la
decoración.
Fue a partir del minuto 70 cuando comenzó el
asedio blanquiazul, primero con Cedrick buscando a Hualde desde la derecha y
posteriormente con Kilian entrando por la izquierda y buscando primero a Mamor
-prácticamente desapercibido de nuevo- y de seguido a Morcillo, que ejerció de
delantero centro en el último cuarto de hora.
Precisamente dos cabezazos del zaguero
valenciano fueron lo más destacado de ahí al final, en uno se topó con el
larguero y en otro con la mano abajo de Kike, poniendo fin a un acoso avilesino
que no terminó en derribo.
Victoria de mérito para un Ceares que alcanza
los 18 puntos y buscará seguir sumando en A Lomba ante el Arosa el próximo
domingo a partir de las 12 horas. El Avilés ya no tiene margen con la zona de
“playout” y sólo conserva un punto de ventaja sobre el descenso directo, su
próxima final el sábado a partir de las 17 horas recibiendo a otro equipo de
renombre en apuros, el Salamanca UDS.
En esa cita no estará Astu, que
anunció una dimisión que ya
tenía meditada desde finales de semana.
Su testigo lo recoge Emilio Cañedo,
que será presentado mañana a mediodía en el Suárez Puerta.
ÁLBUM
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