La soleada y fresca mañana permitió disfrutar un partido muy
entretenido, no exento de emoción, a los aficionados presentes en el municipal
naranquino.
Desde el inicio se pudo apreciar que los jugadores locales
habían salido con la clara determinación de atacar la portería de Óscar para
conseguir cuánto antes ponerse por delante en el marcador. Los jugadores
rojiblancos no daban abasto a combatir las incursiones de los delanteros azules,
sobre todo aprovechando las incursiones profundas y veloces de Verdasco por la
banda izquierda. Pero lo que es el fútbol, a los diez minutos de partido, en la
única ocasión en todo el encuentro que los jugadores sierenses dispararon contra
la portería local, consiguieron adelantarse en el marcador. Un libre directo
ejecutado por Alex Blanco acabó con el balón en el fondo de la portería
defendida por Gerardo, que midió mal la trayectoria del esférico, quizá debido
al roce del balón en alguno de los jugadores de la barrera.
El gol no solo no amilanó al equipo local si no que estimuló
aún más su afán atacante, de ahí que las ocasiones de gol en la portería de
Óscar se fueron sucediendo. Pero la buena actuación del cancerbero sierense y,
en otras, la mala puntería de los delanteros locales hicieron que se llegara al
descanso con la ventaja por la mínima de los pupilos de Luis Valbuena.
Tras el descanso las cosas comenzaron igual que en la primera
parte, acoso sin tregua de los jugadores de Abel Fernández a la portería
sierense. Ya a los cinco minutos Óscar, en una gran intervención, impidió a
Santi Olay conseguir el gol del empate. Cuando ya se empezaba a generar
inquietud por el adverso resultado en la parroquia local , en el minuto 64 el
árbitro, muy cerca de la jugada, señaló penalti por una falta de Mamadou a Nacho
en la disputa del balón que llegaba al área tras el lanzamiento de una falta,
jugada muy desgraciada para el equipo sierense, pues además del penalti la
jugada acarreó la expulsión de Mamadou, que había sido amonestado en el primer
tiempo, ya que el colegiado tras señalar la pena máxima le amonestó con la
segunda tarjeta amarilla. Robi Toral se encargó de transformar en gol el penalti
con un lanzamiento inapelable, engañando al buen meta Óscar, poniendo la
igualada en el marcador.
Si al ímpetu atacante del Vallobín se suma la inferioridad
numérica en la que quedó sumido el equipo poleso puede explicarse que el partido
se convirtiera en un acoso sin tregua contra la portería de Óscar, que se
multiplicaba con buenas intervenciones para evitar el gol en su portería. En el
minuto 80 Robi Toral, muy atento en el interior del área, ejecutó una magistral
chilena para rematar un balón rechazado tras un centro de Josín, la perfección
del remate acabó con el balón en la portería de Óscar que, en esta ocasión, no
pudo hacer nada para evitarlo . Los jugadores locales y los aficionados en la
grada celebraron el espléndido gol por todo lo alto.
Con el Siero adelantando líneas en busca del empate, con más
empuje que acierto, los contraataques del Vallobín generaban peligrosas
ocasiones de gol y, en uno de ellos, en el minuto 91, Orihuela que había
recogido al borde del área un envío en largo desde la banda izquierda, se
internó en solitario en el área y venció la salida de Óscar para marcar a puerta
vacía el definitivo tres a uno.
El marcador final fue justo con los merecimientos de ambos contendientes,
incluso pudo ser más amplio a favor de los locales de haberse mostrado más
resolutivos en la muchas ocasiones de gol que dispusieron.
ÁLBUM DE FOTOS