Se pinchó el globo de la ilusión que habían supuesto las llegadas de Jony, Calavera y Eric Ramírez, con una nueva derrota. En este caso con mejor fútbol que en citas anteriores, haciendo méritos para algún premio, pero perdiendo. En la situación clasificatoria en la que está el equipo, los brotes verdes o mejorías están muy bien, pero lo que urgen son puntos, victorias. Y la realidad es que no llegan o lo hacen a cuenta gotas. El Sporting terminará la jornada más cerca del descenso que del playoff. Queda tiempo, engrasar las nuevas piezas, que éstas vayan cogiendo ritmo…con lo que el equipo mejorará, pero el problema es que va casi sin red. Tiene que ganar, ganar y volver a ganar, para seguir mirando hacía la sexta plaza, que se ha ido a los nueve puntos de distancia.

David Gallego apostó por Jony y Calavera de inicio. También recuperó a Rivera y a Valiente, que no jugaba desde el 18 de diciembre. El inicio del choque fue eléctrico, con un ida y vuelta constante. Este intercambio de golpes sonrió al que más pegada tiene, el Eibar. Los armeros habían avisado con un centro de Stoichkov que no encontró remate o un chut de Edu Expósito a las manos de Mariño. No se quedó a la zaga el Sporting, que por medio de un remate acrobático de Djurdjevic y otro chut de Pedro Díaz, hicieron trabajar a Cantero. A los 20 minutos de juego, una acción individual de Toño García, con múltiples quiebros sobre Calavera, concluyó con un centro al segundo palo, que empalmó de volea Corpas para hacer el 0-1.

El gol hizo daño al Sporting, que se mostró incapaz de encerrar al Eibar en su campo. El conjunto armero demostró su solidez, su saber hacer y controló con bastante aplomo la ventaja en este primer tiempo.

Sufrió mucho más en la segunda, con un Sporting volcado, espoleado por cambios muy ofensivos, como colocar a Fran Villalba en el doble pivote junto con Rivera y situar dos 9 arriba. Centró con peligro Jony, Kravets, Aitor García…pero sin remate, algo que le viene pasando al equipo todo el curso. Los visitantes buscaban enfriar el juego con cualquier excusa y esperar el error local para acabar de matar el choque. Edu Expósito y Blanco Leschuk dispusieron de dos claras ocasiones, tras errores en la salida de balón de los locales, para lograrlo.

Murió intentándolo el Sporting, pero sin hacer trabajar en exceso a Cantero. El portero atajó con seguridad dos disparos de Aitor García, y vio como el larguero estaba de su parte en un centro-chut de Kravets.

El Sporting suma una nueva derrota, la cuarta como local y ve frenado el halo de ilusión generado esta semana. Toca olvidar la clasificación, empezar a ganar partidos, muchos partidos, para alcanzar los 50 puntos cuanto antes y ver la situación real del equipo a falta de 6, 8 jornadas. Ahora quedan 16, 48 puntos en juego, y la primera oportunidad de sumar de 3 llegará el próximo sábado a las 16h en Anduva ante el Mirandés.