No comenzó el año
el Sporting como quería. Lo hizo sumando un punto
que no le saca de pobres, y gracias, porque los
lucenses fueron un gran equipo y tuvieron ocasiones
suficientes, incluso con 10, para ganar. Desde el
minuto 63 jugó en superioridad numérica el conjunto
gijonés, pero volvió evidenciar su falta de remate a
los múltiples centros laterales. El balón parado
defensivo volvió a ser un quebradero de cabeza
constante y el error individual grosero (hoy en un
pase de Pedro Díaz en salida con el equipo
desplegado) repercutió nuevamente en un gol en
contra.
En una semana extraña con el Covid acaparando
más titulares de los deseados, el Sporting llegó a la cita con 3 positivos, un
cuarto ya negativo pero lejos de un estado óptimo como Babin y 3 lesionados. Sí
que estuvieron ya a disposición de Gallego Aitor García, Pedro Díaz y Kravets.
De hecho, los dos primeros fueron titulares. La gran novedad en la formación
titular fue la presencia de Gragera como central.
Salió bien al partido el Sporting, generando
muchos inconvenientes a su rival por banda derecha. Aitor García, el más
participativo, era protagonista con disparos desviados, o permitiendo la subida
por el carril de un Guille Rosas, que apuró línea de fondo en múltiples
ocasiones, sin encontrar sus centros ningún rematador, ni en el primer tiempo ni
en el segundo.
Fue de más a menos el equipo local y el Lugo
fue viniéndose arriba. Su principal arma, que no única, fue el balón parado. De
faltas laterales, de saques de esquina o de banda…todos los envíos eran
rematados sin que el Sporting consiguiera frenar la sangría en todo el choque,
algo que viene siendo habitual. Señe, tras recoger un despeje en la frontal,
empalmó con virulencia, haciendo intervenir a Diego Mariño. El cancerbero vigués
nada pudo hacer para evitar el 0-1. Tras una pérdida de balón de Pedro Díaz,
contragolpeó el Lugo, apareciendo el lateral derecho Ricar por izquierda,
poniendo un centro medido al segundo palo, donde Carrillo, se deshizo de su
marca, Borja López, para cabecear a la red. Con este jarro de agua frío se llegó
al descanso.
Manifestó posteriormente David Gallego que no
le había gustado nada como su equipo salió a la reanudación. De un saque de
banda, pudo llegar el 0-2, pero tras la prolongación de Chris Ramos, Señe se
volvió a encontrar con Mariño. Los rojiblancos iban a impulsos, con más corazón
que ideas. Y así en una contra que condujo Villalba, para abrir en derecha a
Aitor García, el remate del de Gibraleón supuso el 1-1. Cuarto gol para el
extremo.
Subido a la ola, el Sporting vio como el
partido se le ponía de cara tras una dura entrada de Gerard Valentín sobre
Kravets, que el colegiado castigó con la tarjeta roja. Quedaba media hora, había
empatado y jugaba en superioridad numérica. No era mal escenario y tuvo mil
acercamientos traducidos en muy poca cosa. La multitud de centros laterales casi
nunca se remataron. Solo dos de Villaba, despejados por un defensa, parecían
llevar camino de gol. Más peligro tuvo el Lugo, que a pesar de estar con 10, no
se conformó y tuvo acciones muy peligrosas, como un cabezazo de Barreiro, libre
de marca, por encima del larguero.
Al final reparto de puntos agridulce para un
Sporting, que no consigue encontrar su nivel de las primeras 10 jornadas y que
suma casi tres meses sin ganar como local en liga. Desde que venciera al
Alcorcón el 16 de Octubre, 6 partidos con 3 empates y 3 derrotas. La semana
volverá a traer doble compromiso para los rojiblancos: jueves a las 18h en El
Molinón copa ante el Villarreal y domingo a las 18:15h liga en Málaga.