El Oviedo se impuso a un rival directo como la
Ponferradina en un partido gris, marcado por la tempranera expulsión de Edu
Espiau, por un pisotón en el tobillo a Jimmy. Los azules dominaron todo el
partido, aunque no consiguieron poner en apuros a Lucho García hasta la
reanudación. Un buen remate de Borja Sánchez y un discutido penalti convertido
por Pombo fueron los goles del conjunto carbayón, que acabó jugando el último
cuarto de hora contra nueve jugadores, por la expulsión de Copete.
Por encima del juego, que fue sobrio en defensa
y espeso en la creación y en ataque hasta la segunda parte, la nota positiva es
que el Oviedo despide 2021 en la sexta plaza, acercándose a un rival directo
como la Ponferradina.
Los dos entrenadores tuvieron que recomponer el
once por las bajas, prácticamente en su totalidad por Covid-19. El Oviedo
consiguió recuperar a última hora a David Costas y Samuel Obeng, que empezaron
en el banquillo después de no haber entrenado con el grupo en toda la semana,
algo que comentó Bolo en la rueda de prensa. Ziganda dio la oportunidad a dos
canteranos como Javi Moreno y Javi Cueto para cubrir las vacantes del lateral
derecho y la delantera. La novedad fue la presencia de Jirka en la derecha,
desplazando Viti a la dupla atacante como segundo delantero.
El horario hacía presagiar una floja entrada,
que apenas superó los siete mil espectadores, gracias a la presencia de algo más
de doscientos aficionados bercianos. A pesar de la buena temperatura el ambiente
fue gélido por la huelga de animación del Fondo Norte, al fijarse el partido en
un día laborable y con un horario totalmente intempestivo, a las dos de la
tarde.
El Oviedo llevó la iniciativa en un primer
tiempo marcado por la tempranera expulsión de Edu Espiau. El atacante de la
Ponferradina dio un pisotón a Jimmy y rápidamente vio la amarilla, pero al ser
en la parte posterior del tobillo intervino el VAR y, tras un par de minutos de
espera, el colegiado le mostró la roja directa. Espiau se disculpó con Jimmy y
abandonó el terreno de juego, consciente de que su entrada era merecedora de
dicho castigo.
Bolo recompuso a su equipo y pasó del 4-2-3-1 a
un 4-4-1 con Saverio en la izquierda, manteniendo a Sergi Enrich como referencia
ofensiva. La Ponferradina tuvo la primera en el minuto 8, con un remate de Paris
Adot que Femenías despejó a córner.
La primera mitad fue para olvidar. El Oviedo
tenía el control del choque pero no generaba peligro en las proximidades del
área berciana. Los visitantes, con un jugador menos sobre el campo, trataban de
romper el ritmo del partido y perdían tiempo con cada interrupción, protestando
mucho al colegiado. Viti fue lo más activo del primer acto, en el que acompañó a
Javi Cueto, que estuvo desasistido y apenas entró en juego. Los dos extremos,
Jirka y Borja Sánchez, tampoco estuvieron acertados en sus intervenciones.
Ziganda buscó un revulsivo al descanso con un triple cambio.
El técnico oviedista retiró a los dos jugadores del filial, Moreno y Cueto,
además de Jirka. El primero cumplió en su debut con el primer equipo, mientras
que el delantero tuvo poca participación. El eslovaco entró bastante en juego,
pero no estuvo acertado en sus acciones. Ziganda retrasó a Viti al lateral
diestro, metiendo a Sangalli de extremo y a Obeng y Pombo como delanteros.
El Oviedo adelantó líneas y combinó con algo más fluidez,
aunque sin encontrar ni el último pase, ni opciones de remate. Borja Sánchez se
metía hacia adentro para generar superioridad y facilitar las incorporaciones de
Pierre Cornud, que en el 58' le puso el gol en bandeja a Sangalli, que se trabó
en el remate y solo pudo conseguir un córner.
El gol llegó tras una larga combinación del Oviedo, iniciando
el juego desde atrás. Jimmy metió un pase vertical a la frontal del área para
Obeng que, de tacón, asistió a Borja Sánchez. El '10' carbayón, que no había
estado muy entonado durante el partido, dejó una pincelada de su calidad y marcó
con el exterior de su pierna zurda.
Tras el gol le entraron las prisas a la Ponferradina, que se
cargó de amarillas protestando al árbitro y forzando interrupciones antes del
gol. Los bercianos llegaron a las inmediaciones de Femenías con alguna acción a
balón parado, aunque sin remates claros.
La sentencia, con un penalti polémico
Pombo le ganó la partida a Copete en la medular, dribló a
Pascanu en la frontal y cayó derribado por Copete, que dio la sensación de que
tocaba balón antes de derribar al atacante azul. El árbitro no lo dudó y señaló
la pena máxima, aunque hubo suspense por la intervención del VAR, aunque el
colegiado no se acercó si quiera a revisar la jugada, al haber contacto entre
defensa y delantero. El penalti fue muy protestado por los bercianos y Copete,
que había sido amonestado, fue expulsado por llevar las muñecas a lo alto con
las muñecas cruzadas, en desacuerdo con su decisión, lo que propició su
expulsión.
No dio opción a Lucho el atacante maño y Pombo marcó su
primer gol con la elástica azul. Ejecutó el lanzamiento con un disparo abajo y a
su izquierda, engañando al meta visitante. Con nueve la Ponferradina siguió
atrás, con las líneas juntas y sin dejarse ver en ataque, en un partido flojo de
los bercianos, que estuvieron lejos de su nivel habitual.
Ziganda metió a David Costas tras el gol en detrimento de
Borja Sánchez para apuntalar el lateral diestro y, poco después, dio entrada a
Joni Montiel por Viti Rozada, que se retiró ovacionado.
No se conformó el Oviedo con el 2-0 y dos jugadores más, y
los azules jugaron en campo rival, combinando con fluidez en busca del tercero.
Obeng perdonó el 3-0 en el minuto 83, tras un buen servicio de Sangalli, que
remató al muñeco. Joni Montiel inició esta jugada y se mostró muy activo,
dejando varios detalles de su calidad. El cedido por el Rayo Vallecano habilitó
a Pombo en el 88' y el maño se sacó un latigazo que despejó con apuros Lucho.
Sangalli, Montiel y Pombo aprovecharon sus minutos y dejaron
buenas sensaciones, aunque también hay que tener presente el escenario: con dos
goles de ventaja y el rival con dos jugadores menos.
Este triunfo sitúa al Oviedo en la sexta posición, cerrando
la zona de fase de ascenso a Primera con 32 puntos, cinco menos que la
Ponferradina que cae a la quinta plaza. Aunque queda toda la jornada por
delante. El Oviedo se medirá el lunes 10 de enero al Éibar (Nuevo Carlos
Tartiere - 21:00 h.).