Final de año feliz para el Langreo, que
cortó la racha de tres derrotas consecutivas, ante el Móstoles. Un solitario gol
de Abel Bretones, a pase de Dorian, bastó a los de Samuel Baños para vencer a un
conjunto madrileño que fue muy poco ambicioso a lo largo de los noventa minutos.
El Langreo tuvo más posesión y las mejores llegadas en un partido trabado, que
no se decidió hasta el pitido final y que pudo acabar con un resultado bien
diferente, si Adrián Torre no le hubiera detenido un penalti a Álvaro Portilla
en el 94'.
No hubo dominador claro en un primer
tiempo muy trabado, con mucha disputa y pocas llegadas. El Langreo tuvo dos
avisos en los primeros compases, en las botas de Jandrín. Primero remató alto
con todo a favor y luego disparó cruzado, saliendo cerca del palo largo de la
meta madrileña.
Las numerosas faltas provocaron que el
partido no tuviera ritmo. Una rápida internada de Jandrín, la tercera relevante
del partido, acabó con un buen centro al primer palo para Pana. El ariete
andaluz remató en tres ocasiones, pero Tejero consiguió evitar el gol in
extremis.
Dio un paso adelante el Langreo en la
segunda mitad, que jugó más en campo rival. Los cambios fueron claves en el
devenir del partido. Samuel Baños permutó hombre por hombre en el extremo
izquierdo al descanso, Abel Bretones ocupó el lugar de Nacho García, que apenas
había entrado en juego en el primer acto. Poco después optó por retirar a Jorge
Hernández, que estaba teniendo poco protagonismo entre líneas, para pasar a
jugar con dos puntas como Dorian y Pana.
Poco tardó en darle resultado al Langreo.
Dorian recibió en la derecha y puso un centro al corazón del área que remató de
primeras Abel Bretones, colando el balón cerca del poste, donde no pudo llegar
Tejero. El exportero del Lealtad metió una buena mano en el 78', para despejar a
córner un lanzamiento de libre directo de Álvaro García.
A pesar de ir por delante, y del carrusel
de cambios que hizo el técnico visitante, el Langreo siguió dominando y pudo
sentenciar en el 84', con un centro de Dorian que envió fuera del campo Arona.
El fútbol es caprichoso y a veces pasan
cosas como esta. El Móstoles, que apenas se había dejado ver en ataque, forzó un
penalti por un derribo en el área y los fantasmas de las últimas jornadas
volvieron a aparecer en Ganzábal. Pero en Llangreu hay porteru y Adrián
Torre, que no tuvo que intervenir hasta entonces, adivinó las intenciones de
Álvaro Portilla, que le mandó el esférico a su izquierda.
Ganzábal estalló de alegría y celebró por
todo lo alto una victoria que da oxígeno al Langreo. Los de Samuel Baños
despedirán 2021 en la zona tranquila de la clasificación, donde adelantan ahora
al Móstoles. Ahora habrá dos semanas de descanso y la liga se reanudará el 9 de
enero, en la que el Langreo visitará al Leganés 'B' en la última jornada de la
primera vuelta.
Álbum
de fotos.