El año pasado fue el Celta de Vigo en primera ronda y este año el RCD Mallorca, en la segunda, quien acaba con los sueños coperos del Llanera. El marcador, muy abultado, estuvo condicionado por una segunda parte en la que el cuadro bermellón no levantó el pie del acelerador ante un Llanera que, tras los dos primeros goles, arriesgó en busca de algún gol que llevarse a su hucha particular. Pero no lo logró y acabó encajando varios, a la vez que José Luis Rodríguez también minimizó riesgos pensando en la importante visita liguera al Coruxo del domingo. Por tanto, solo queda el Sporting como representante asturiano para los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en los que un equipo de Primera visitará El Molinón.

El Llanera comenzó el partido siendo un equipo atrevido y descarado. En los primeros cinco minutos sorprendió a su rival y dispuso de dos buenas ocasiones en un cabezazo alto de Matías y un disparo de Romaric que Leo Román atajó en dos tiempos. Poco a poco, sin perder intensidad el cuadro llanerense, el partido viró hacia su guión más lógico, siendo el Mallorca quien dominaba claramente y buscaba, especialmente por las bandas la portería de Pablo Díez. No tardó en encontrarla.

Las primeras ocasiones no requirieron de la intervención del portero con disparos desviados o bloqueados. Pero Abdón Prats es un delantero que se sabe mover muy bien en el área y pronto encontraría situaciones de remate que sí requirió primero de una parada en dos tiempos de Pablo Díez –que antes había cortado con el pie un centro-chut de Fer Niño con peligro- y luego con Espinar lanzándose al suelo para cortar un disparo peligroso tras un pase atrás de Mboula.

El Llanera intentaba robar y correr, pero le costaba llegar con claridad al área de Leo Román a pesar de que Romaric estuvo muy participativo y luchador. Aun así, los de José Luis Rodríguez lograron contener bastante bien al Mallorca y lograr que el marcador visitante no se moviese en el primer tiempo.

Pero lo haría en un segundo donde el equipo de Luis García Plaza salió mucho más activo. Durante el primer tiempo el técnico madrileño mostró con gestos y gritos su casi plena disconformidad con el partido de su equipo y al descanso insufló otros aires a su equipo. En tres minutos, Abdón Prats ya tuvo dos ocasiones y en la tercera, Sedlar, de un cabezazo en el primer palo en un córner, abrió la cuenta. El Mallorca abría la lata, pero pronto se iba a escapar en el marcador. Mboula solo cinco minutos después con un fuerte disparo ajustado al palo desde unos 22 metros ponía el 0-2.

Esa doble desventaja sí hizo que el Llanera ya no mostrase encorsetado en defensa. Se abrió en busca también de atacar y eso el Mallorca, que no bajó el pistón en ningún momento, lo aprovechó para con su superioridad técnica y espacios llegar por oleadas a la portería de un Pablo Díez que atajaba todo lo que podía. Pero el balón parado fue una pesadilla para los llanerenses que encajaron el 0-3 y el 0-4 en sendos saques de esquina desde la izquierda con dos cabezazos de Sedlar y Gayá muy solos en el área.

A partir de ahí los cerca de 1.500 presentes en el Nuevo Ganzábal esperaban al menos un gol del Llanera; un gol del honor que les permitiese al menos irse con una pequeña alegría, pero no llegó. Llegaron dos más de los bermellones, inmisericordes con el Llanera, por medio de Llabrés y Ángel para cerrar la cuenta goleadora en Langreo mientras en el club ya se pensaba en la visita del domingo a las 12:00 al sintético de Fragoselo para cerrar el año frente a un rival directo por la permanencia como el Coruxo.