La derrota de ayer en Roces fue la gota
que colmó el vaso en el Titánico, que arrastra una situación delicada desde hace
varias semanas debido a los malos resultados. El técnico, Marcos Suárez, ya puso
el cargo a disposición de la junta directiva el pasado mes de noviembre, y en
las últimas horas llegaron a un acuerdo para poner fin a su vinculación.
Marcos Suárez llegó al Titánico este
verano, procedente de L'Entregu, donde curiosamente recaló el anterior
entrenador del Titánico, Adrián González. Esta permuta de entrenadores provocó
también un intercambio de jugadores y de su mano llegaron media docena de
jugadores entreguinos.
El Titánico busca sustituto y, en caso de
no cerrarlo antes del domingo, será un entrenador de la casa quien dirija al
equipo ante el Caudal.
El club emitió el
siguiente comunicado:
El Real Titánico de Laviana comunica
la desvinculación de mutuo acuerdo entre el club y el entrenador Marcos
Suárez tras los malos resultados que se han venido acumulando en los últimos
meses. Esta decisión no ha sido fácil para ninguna de las dos partes, pero
ambas hemos considerado que era lo mejor para el devenir del club.
Desde la Junta Directiva solo podemos
agradecerles, tanto a Marcos como a todo su equipo técnico, su entrega y
trabajo durante estos meses y desearles todo lo mejor tanto en el ámbito
deportivo como en el personal.