La celebración del tercer triunfo consecutivo
del Marino se ha visto truncada, en cierto modo, por las lesiones que están
impidiendo la continuidad en entrenamientos y partidos a muchos futbolistas del
plantel que entrena Manel Menéndez.
Emilio Morilla que pasará a la historia azul
como el autor del gol del ascenso en Sestao, ha sido el gran perjudicado tras
serle diagnosticado, este lunes, una fractura del hueso malar. Al final de la
pasada campaña, también un golpe en la cara, le provocó una fractura de
mandíbula que le impidió realizar la pretemporada. Morilla recibió un golpe en
el pómulo frente al Llanera, nadie pensó en una fractura, pero el pasado lunes
las pruebas médicas confirmaron ese diagnóstico. De momento y a falta de más
comprobaciones, se perderá las próximas jornadas, sin poder determinarse de
momento una fecha exacta para el retorno.
En la enfermería de Miramar, que cuida el
fisioterapeuta Diego Artime, están también Sergio Ríos aquejado de un dolor en
la articulación de la rodilla, Borja Álvarez con un esguince de tobillo y Nacho
Matador que sigue recuperándose de una lesión muscular en la espalda.
El Marino jugará el próximo domingo en La
Albuera ante la Gimnástica Segoviana, la previsión meteorológica anuncia frío e
incluso nieve para aquella provincia castellana y la expedición luanquina
viajará el sábado, instalándose en el Complejo Náyade de Los Ángeles de San
Rafael. Será la tercera visita del Marino a La Albuera que esta semana acoge dos
partidos de Copa del Rey poniendo a prueba el estado del césped. Ayer se jugó el
Unami - Alavés y hoy se disputará el G. Segoviana - Mallorca.