Fue una derrota de las que hacen daño porque la iniciativa, el fútbol y las ocasiones las puso el Marino que acabó cediendo su cuarta derrota en Miramar en la presente campaña. De poco sirven los porcentajes de mayor posesión del balón, los catorce saques de esquina a favor, la inferioridad numérica del rival por la expulsión del central Iago Parga y hasta un penalti que no se aprovechó. El Bergantiños visitó Luanco y el Miramar por segunda vez en su historia, tras un paréntesis de veintisiete años y medio. En aquella ocasión perdió 2-1 en una liguilla en la que subiría el Fuenlabrada. Con Rogelio García en el banquillo, los azules vivían su primer play-off  por el ascenso.

Tras este apunte histórico y volviendo al presente, el cuarto equipo que se lleva los puntos de la capital de Gozón tuvo en su guardameta Santi Canedo al principal artífice de una victoria que escuece aún más por la manera en la que llegó el 0-1. Volcado el equipo de Manel Menéndez en un saque de esquina, se produjo un error que ayudó a una transición rápida de los gallegos. Uxío sirvió para Lamelas que marcó de disparo raso, en la única llegada forastera. Aunque no hubo protestas reseñables, las tomas televisivas y las paradas de imagen, abren una ventana a la polémica ya que Martín Lamelas está en una posición muy ajustada e incluso podría estar en posición de fuera de juego cuando su compañero le lanza la asistencia. Nada sirve de consuelo para un equipo que necesita recuperar la confianza y la autoestima y eso solo se consigue con resultados satisfactorios. 

El Bergantiños vivió con tranquilidad la primera media hora ante un Marino que lo intentaba todo. Manel usó un 5-3-2 con Borja y Delgado en los carriles. Sergio Ríos, Steven Prieto y Luis Morán estuvieron en el banquillo de inicio y los motivos respectivos fueron por salir de una lesión, haber padecido una afección gripal o por molestias físicas.

El buen trabajo del meta Santi Canedo comenzó a la media hora, cuando realizó  una buena parada ante un excelente lanzamiento de falta de Diego. En el 34' pudo llegar el tanto local, pero Borja envió alto cuando estaba en el área chica. Eran buenos momentos para el conjunto luanquín y el central Iago Parga paró a Morilla con una falta en la frontal que le supuso la segunda amarilla. En el 45' otra vez el portero Canedo atrapó un lanzamiento de falta, en esta ocasión botada por Julio Delgado.

El partido y las sensaciones se ponían del lado local, pero un corner a favor y una salida rápida del rival acabó penalizando con ese 0-1. Quedaba mucho, Manel pasó a la defensa de cuatro hombres, los azules siguieron llevando la manija y Agulló tapó un buen remate de Iván en el 57'. Lora e Iván disfrutaron de una doble oportunidad en el 67', Canedo despejó  un remate de Steven en el 72' y para oportunidad mayúscula el penalti a favor. Lora lanzó, el balón pareció pegar en el brazo de Cano y Mazo Maruri no dudó en señalar la pena máxima.

Guaya, todos los estamentos del Marino y los aficionados soñaban con el mal menor de un empate, pero ni eso. Canedo despejó a corner el lanzamiento del capitán y el bajón anímico se hizo mayor en Miramar. Marcos Remeseiro no acertó en un contragolpe, cuando Escobar le acompañaba, en la segunda  ocasión de los de de Carballo. El partido se cerraba con un lanzamiento de Adolfo que nuevamente Canedo acertó a neutralizar.

El conjunto luanquín jugará el próximo sábado en Carballiño  frente al Arenteiro, en partido que comenzará a las 16 horas en Espiñedo. Un encuentro que cobra mayor importancia por tratarse de dos conjuntos que actualmente marchan en la parte complicada de la clasificación.  

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