Segunda victoria consecutiva para el Oviedo gracias a los goles de Borja Bastón. El madrileño ya es el pichichi de la categoría con siete goles y está mostrando su mejor versión, después de unas temporadas con registros goleadores muy discretos, va camino de una cifra que puede significar mucho para el equipo de Ziganda. Además no sólo son goles, su trabajo también está siendo sensacional y hoy fue el protagonista indiscutible de un partido que acabó ganando el Oviedo sobre la bocina, pero que bien pudo acabar con un resultado diferente.

El Oviedo entró con fuerza al partido y se adelantó, por mediación de Bastón, pero a partir de ahí, especialmente en la segunda parte, estuvo mejor el Málaga, que consiguió empatar en una falta lateral y que tuvo opciones para llevarse los tres puntos en el tramo final, donde envió dos balones a la madera. Los de Ziganda también tuvieron sus opciones, en un partido acabó siendo un correcalles, y acabaron llevándose el gato al agua.

Arribas y Carlos Isaac, que estaban citados oficialmente para el partido, no entraron en la lista definitiva por diferentes contratiempos físicos. Estos dos jugadores que se quedaron fuera de la convocatoria fueron las únicas ausencias en el once respecto al partido de Ponferrada. En su lugar entraron Lucas Ahijado y Dani Calvo. Además, Borja Sánchez no salió de inicio debido a un proceso febril que ya le tuvo entre algodones a finales de semana.

Enfrente esperaba el segundo peor equipo a domicilio. El Málaga que dirige José Alberto López, que llegaba al Tartiere con un punto más que los carbayones y con tres jugadores asturianos en sus filas, como David Lombán o los porteros Dani Martín y Dani Barrio, además del exsportinguista Peybernes.

El encuentro comenzó con mucho ritmo y llegadas al área por parte de un Oviedo ambicioso, que circulaba el balón con ritmo y verticalidad. El primer aviso lo dio Bastón, en el minuto 14, con un remate que salió lamiendo el poste, tras una buena dejada de Obeng.

La pareja Bastón-Obeng cada vez se entiende mejor y eso lo está agradeciendo el equipo. Realizaron un intenso y coordinado trabajo de presión, generando muchos agobios al Málaga. Así tuvieron otra buena oportunidad en el minuto 19, tras un pase interior de Viti para Bastón, que remató cruzado. Tras estos dos avisos llegó el 1-0. Un córner botado al segundo palo por Sangalli que cabeceó, de forma inapelable, Borja Bastón, ganándole la posición a David Lombán.

El Málaga reaccionó tras el gol y llevó la iniciativa casi hasta el descanso, aunque su remate más peligroso fue un trallazo de Genaro, desde la frontal, que se marchó centímetros arriba del larguero de la portería de Femenías.

José Alberto movió ficha al descanso e hizo un doble cambio, retiró a Jozabed y Chavarría, que apenas habían entrado en juego, y dio entrada a Haitam y Brandon. El Málaga pasó a jugar con dos puntas natos como Brandon y Paulino, que dejó el extremo diestro para Haitam.

Nada más comenzar la segunda parte pudo sentenciar Viti. El lavianés remató con el interior un pase atrás de Brugman y el balón salió rozando la cepa del poste de la portería malaguista.

Ziganda tardó en mover ficha y los primeros cambios no llegaron hasta el minuto 72. Obeng y Sangalli dejaron su sitio para Pombo y Jirka. Apenas dos minutos después llegó el gol del empate, tras una falta lateral cometida por Mossa que botó Víctor Gómez y cabeceó Genaro en el corazón del área, zafándose de la marca de Brugman, que hizo la estatua. Un lunar importante para el uruguayo, que fue uno de los destacados del partido, y premio para el Málaga, que dominó la segunda mitad.

Pierre Cornud y Matheus entraron para los últimos diez minutos, pasando Pombo a la banda izquierda y dejando al brasileño de acompañante de Bastón en la punta de ataque. El Oviedo lo intentó y notó la frescura de los hombres que entraron desde el banquillo, con Pombo y Matheus muy activos.

El tramo final fue un correcalles. Haitam mandó un balón a la madera en el 87', tras golpear su centro en un defensa, lo que provocó los primeros pitos del Tartiere. La respuesta local fue un testarazo de Brugman que despejó a córner Dani Martín con una buena mano, tras un centro de Pombo.

El Oviedo acabó volcado y pudo perder el partido en el 89', tras una contra por la izquierda de Antoñín, que disparó al palo corto de la portería de Femenías. Pero la ambición local encontró recompensa en el segundo de los tres minutos de la prolongación, tras un centro de Jimmy -que sigue creciendo como futbolista y hoy despachó otro partido muy serio- que cabeceó en plancha Borja Bastón, ganándole la espalda a la zaga malaguista. Un gol que hizo estallar al Tartiere y que supone tres valiosos puntos para el Oviedo, que vuelve a acercarse a la zona alta.

A falta de que finalice la jornada trece, el Oviedo es octavo con diecinueve puntos, a cinco del Éibar, que sigue segundo tras perder en Valladolid (2-0), y será su próximo rival de los de Ziganda, este miércoles en Ipurúa (21:15 h.).