Los gijoneses se van de vacío tras una gran primera mitad donde la falta de acierto le privó de un marcador favorable justo. En la segunda desapareció, y el Cartegena, tras un cambio de sistema, les pasó por encima. Rubén Castro, tras penalti de VAR que le costó la expulsión a Kravets, decidió el choque.

Parece imposible como un partido puede cambiar tanto en 15 minutos. El tiempo que transcurrió desde el final del primer tiempo hasta que inició del segundo. El Sporting despachó una gran primera mitad, y firmó la peor segunda del curso. Incluso Gallego fue más allá haciendo referencia a que fue la peor de toda su estancia en Gijón. Su equipo perdonó, dejó con vida a su rival, y se acabó marchando de vacío.

Cuatro cambios hizo David Gallego, retocando todas sus líneas. Volvió Valiente al eje de la zaga, Nacho Méndez al doble pivote, Puma Rodríguez a la banda izquierda y se estrenó Berto como segundo delantero.

El arranque fue mejor del Cartagena, cogiendo el timón del choque el Sporting superado el arreón inicial. Como sucediera el sábado pasado la falta de acierto fue el gran enemigo de los gijoneses en esta primera mitad. Hasta cuatro ocasiones claras, con dos palos, impidieron irse al descanso por delante con total merecimiento. Djuka y Puma fueron los protagonistas. El delantero balcánico cabeceó fuera un soberbio centro de Kravets al segundo palo, y más tarde remató con la zurda al larguero, tras el roce del portero. Por su parte, el canalero lo intentó con un potente chut desde la frontal que despejó Marc Martinez, y con un disparo cruzado que se estrelló en la cepa del poste.

No le gustó nada la primera mitad a Luis Carrión, que solo tuvo una ocasión con un disparo de Dauda que despejó Mariño, y cambió por completo a su equipo al descanso. Tres cambios y permuta de un 5-3-2 a un 4-2-3-1. Y fue incapaz el Sporting a voltear este nuevo escenario. Lo achacó Gallego a un aspecto anímico, con un rival crecido y su equipo incapaz de leer el nuevo dibujo que tenía enfrente. Fue un agobio constante. Todas las segundas jugadas eras del Cartagena, que prácticamente impedía a los asturianos pisar campo ajeno. Hasta 15 saques de esquina de los locales por 0 de los rivales.

La nota positiva fue que el trabajo defensivo casi impidió que ese dominio abrumador se convirtiese en ocasiones. Un disparo de Rubén Castro cruzado, casi sin ángulo, fue lo único que hizo trabajar a Mariño antes de alcanzar el fatídico minuto 79. Kravets, que antes había visto una amarilla algo rigurosa, pisó a Gallar dentro del área. El colegiado no apreció nada en directo, pero fue requerido por González Esteban desde el VAR. Tras acudir al monitor señaló la pena máxima y mostró la segunda tarjeta al ucraniano, dejando al Sporting con 10. Rubén Castro transformó engañando a Mariño y poniendo el 1-0.

Gallego introdujo a Pablo García, para que el canterano ocupase toda la banda izquierda. A pesar de llegar él mismo en dos ocasiones con dos centros sin complicaciones, fue incapaz el Sporting en generar peligro real sobre Marc Martínez. De hecho, estuvo más cerca el 2-0 con un disparo de De Blasis que despejó acertadamente Mariño. Mala segunda mitad donde un chispazo de Villalba, con 0-0 en el marcador, pudo cambiar el guion, pero su disparo lejano se estrelló en la parte superior del larguero.

Segunda derrota del curso del Sporting, que se ve apeado del liderato por más goles a favor del Éibar, en un choque donde pasó del todo a la nada. Toca descansar, ver los errores y seguir, ya que lo de hoy no fue una batalla más de las 42 que tiene esta competición. La próxima llegará pronto, el sábado a las 18:15h, recibiendo al Valladolid.