Cuando suena el pitido inicial, en cualquier encuentro, se abre todo un abanico de posibilidades en lo relativo al juego y al resultado. En este Marino - Pontevedra CF, las ilusiones azules se habían fundamentado en las dos últimas victorias consecutivas, pero en esta ocasión el equipo gallego concedió poco o nada y sin prisas, pero con solvencia, fue acaparando todo lo que ocurrió en Miramar. La dupla atacante con Charles y Rufo ya bastaba como tarjeta de presentación, pero detrás de ellos estuvo un equipo que no dejó dudas, a pesar de venir sembrando interrogantes en anteriores encuentros.

Alex González, en el 28', sorprendía con un centro chut que se coló por el segundo palo, a la hora de juego Rufo ponía el segundo tras un servicio de Brais Abelenda que arrancó en posición dudosa y el tercero de la tarde, llegaba en un error evitable que aprovechó Yelco Pino en el descuento.

El Marino estuvo lejos de poder competirle al Pontevedra. Ni un solo disparo de los azules sobre el portal de Cacharrón, habla de la impotencia local. Rufo avisaba en el 1', pero Bussmann detuvo su cabezazo. En el 8' un centro de Steven a punto estuvo de sorprender por alto y por el segundo palo a Cacharrón y en el 18', Charles no llegó por poco a un envío de Alex González.

El 0-1 llegaba antes de la media hora. Brais jugó sobre Alex González y su centro-chut acabó en la red luanquina. El gol menguó a los locales que sufrieron hasta el descanso. Bussmann detuvo el cabezazo de Charles en el 33', el brasileño mandaba al larguero poco despues y Rufo en el 40' obligaba a Bussman a realizar una buena intervención.

El Marino soñaba con esa reacción que nunca llegó. Fue solo un intento de resistir ante las evidencias. Alberto Rubio probó a Bussmann en el 50' y el 0-2 fue el mazazo para los de Manel.

Brais Abelenda arrancó en una posición dudosa y su pase final, lo aprovechó Rufo para marcar de disparo raso. Bussmann quizás pudo hacer más en ambos goles, si bien realizó otras tres intervenciones de gran mérito, evitando tantos cantados. Brais lo intentó en el 66' y se encontró con la respuesta del meta alemán. Manel con los cambios buscó cambiar la inercia del partido y Ángel Rodríguez daba descansos e inyectaba oxígeno en los suyos.

El Marino intentaba sin éxito entrar en el territorio prohibido y bien defendido por los granates y para mayor castigo llegó el 0-3. Guaya trató de conducir y Yelco robó, se internó y marcó de disparo raso y ajustado.

El Pontevedra pasó por Miramar como un equipo excelente y al Marino le queda el consuelo de haber perdido frente a un conjunto muy sólido. Nada tiene que ver esta circunstancia, con lo del cuadro luanquín que hace un mes perdió en Miramar por 0-2 ante el Arosa. Aquel fue un equipo con muchas y grandes carencias, mientras que el de esta tarde, ante los pontevedreses, se encontró con un bloque casi perfecto. Al Marino solo le queda pensar en su partido frente al Compostela que se jugará en el estadio Verónica Boquete, el próximo domingo a las 17 horas.

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