Su última visita
fue en la liguilla de ascenso, en la temporada 2001/02, en la que el Real Avilés
terminó ascendiendo a Segunda B.
El Municipal de Navalcarnero era
de tierra en 2002. Ahora se llama Mariano González
y cuenta con superficie de hierba sintética y capacidad para más de 2.500
espectadores.
El Real Avilés saborea el pase a los octavos de
final de la Copa Federación, después de haber ganado al Langreo en la tarde de
ayer (0-1), y ya piensa en el partido próximo partido de liga de este domingo
(16:30 h.), en el que se enfrentarán al Navalcarnero. Este encuentro, correspondiente a la
sexta jornada de liga en Segunda RFEF, supondrá el regreso del Real Avilés a
esta localidad madrileña situada en el suroeste de la comunidad.
Aunque la última visita se saldó con derrota
(1-0), los protagonistas recuerdan con emoción y alegría ese partido, porque
correspondía a la liguilla de ascenso de la temporada 2001/02, en la que el Real
Avilés terminó ascendiendo a Segunda B. Palencia, Compostela 'B' y Navalcarnero
eran los rivales que conformaban el grupo, y los avilesinos acabaron ascendiendo
en la última jornada, gracias al empate in extremis conseguido en el
Multiusos de San Lázaro, con dos goles de Lobera en la recta final. Este fue el último ascenso del club a la
categoría de bronce conseguido en el terreno de juego, ya que en verano de 2012
lo hicieron comprando una plaza de la mano de Golplus.
El entrenador
de aquel equipo fue José Luis Díaz "Xiel", que sustituyó empezada la
temporada a Rafa Barrero y consiguió enderezar la situación de un barco que iba
a la deriva. El técnico praviano recuerda que preparó el partido de Navalcarnero
concienciando a su equipo de que "no entrase a la guerra. Todos los informes que
tenía me decían que era un campo pequeño y un equipo de mucha pelea, y yo no
quería perder gente para los demás partidos". Este fue el único partido que
perdieron en la liguilla, "era un campo estrecho, de gravilla y ellos tenían un
equipo de mucha envergadura". El calor fue otro hándicap para el Avilés, "no
estábamos acostumbrados y fue una de las cosas que nos penalizó".
El once titular de aquel partido fue el formado por
Vilches; Robert, Chus, David Fariña, Vázquez, Pablo García; Alonso, Quiñones,
Jimmy, Invernón; Lobera. Desde el banquillo entraron Parente y Armando
Quesada. El cancerbero, José Manuel Domínguez "Vilches", recuerda todavía
al delantero del equipo, que era uno de los buques insignia de aquel
Navalcarnero, Damián Sánchez, un ariete de envergadura, veterano, que tenía más
de 100 partidos en Segunda B y que era hermano de Fernando Sánchez, exjugador de
equipos como el Valladolid, Betis o Deportivo.
"Era un campo de grijo, de tierra dura y se jugaba con el
balón mikasa, mítico del antifútbol de aquella", algo que no beneficiaba
al Avilés según comenta Vilches, "aquel año jugábamos bien al fútbol, teníamos el Suárez Puerta
y en Navalcarnero tuvimos que
adaptarnos a unas condiciones diferentes. Recuerdo que esperábamos un partido
muy físico por su parte y hubo muy pocas ocasiones". También se acuerda de la
jugada del gol, "salí a despejar, quedó el balón muerto, nos marcaron y se
metieron atrás". El Real Avilés supo rehacerse de esa derrota, "en aquellas
liguillas te podías permitir tener un mal día y se premiaba más la regularidad.
Fue un año maravilloso y lo recuerdo con cariño, aunque desde entonces el Avilés
fue en caída libre hasta la llegada del Grupo DIBAGO, que parece que están
apostando por hacer bien las cosas y ojala tengan recompensa en el futuro".
Vilches, en su etapa como portero del Mosconia. Temporada
2014/15.
Vilches sigue de cerca la actualidad del Real Avilés, "ahora
están en buen momento, invictos y vienen de ganar al líder. Ojalá puedan sacar
algo positivo el domingo, todo lo que no sea perder sería bueno". El
excancerbero cree que en esta temporada "todo lo que sea consolidarse en la
categoría es positivo. Deben tomarlo como un año de adaptación para sentar las
bases de cara a la próxima temporada y seguir creciendo. Parece que por fin se
están haciendo bien las cosas en el Avilés".
El delegado y jefe de prensa en la temporada 2001/02 era
Víctor Villar. Recuerda que fue un partido "muy duro, en pleno junio y
jugando por la tarde, pasamos mucho calor. En el banquillo teníamos que echarnos
agua continuamente y no podíamos apoyar los pies en el suelo porque nos cocían".
Fue un viaje condicionado por la escasez de plazas hoteleras en Madrid, "tuvimos
que dormir antes del puerto de Navacerrada porque no había hoteles, luego ya
comimos en Madrid en el hotel donde antiguamente paraba el Ensidesa y de ahí
fuimos directos a Navalcarnero, que había 40-50 kilómetros".
Este domingo, el Real Avilés regresará a Navalcarnero, aunque
en unas condiciones muy diferentes a las de la última visita, con un campo de
hierba sintética en buen estado y con la intención de sumar para seguir en la
zona alta de la clasificación.
Además del ascenso consiguieron el título regional de la
Copa Federación,
en el Hermanos Llana, tras vencer al U.P. Langreo.