Segundo
partido como local y segundo empate para el Oviedo,
que en la tarde de hoy no pudo con un equipo de
entidad como el Tenerife. El partido tuvo mucho
ritmo y se puede decir que el Oviedo fue ligeramente
superior en líneas generales, tanto en juego como en
ocasiones, ya que las mejores llegadas del partido
fueron para los azules, que adolecieron de la
pólvora necesaria para ganar un partido con muy
pocos remates.
Mismo sistema y mismo once. Ziganda dio
confianza al mismo equipo que jugó en Almería y también al que lo hizo en la
primera jornada, con la ausencia de Sangalli por sanción.
El Oviedo estuvo intenso, presionando muy
arriba y tratando de llevar las riendas del encuentro. Los azules buscaban las
bandas, donde estuvieron muy activos los laterales, así como Viti y Borja
Sánchez, este último con menos efectividad de la habitual, como viene haciendo
en lo que va de temporada.
Se veía muy motivado al Oviedo, con ganas
de lograr su primer triunfo de la temporada, después del empate ante el Lugo
(2-2) y la derrota en Almería (2-1). Viti dio el primer aviso, con la zurda, y
Juan Soriano despejó a córner, cuando no se había cumplido el tercer minuto de
partido.
La más clara del primer tiempo la tuvo
Samuel Obeng en sus botas. El ghanés remató al muñeco un buen servicio de Borja
Sánchez y el rechace lo recogió Sangalli, que forzó un córner.
El Tenerife, con jugadores de mucho nivel
para la categoría, también tuvo sus fases en el encuentro y por momentos realizó
posesiones largas ante un Oviedo que sufría para recuperar la pelota. Femenías
tuvo un partido tranquilo y se mostró seguro las veces que tuvo que intervenir.
En la segunda mitad comenzó intentando
mandar el Oviedo, pero con muchas imprecisiones en la medular, lo que provocó
que el Tenerife se fuera estirando a medida que avanzaban los minutos. El
partido se convirtió en un correcalles y Obeng dio un nuevo aviso, en el 62',
tras una recuperación de Sangallli, pero su remate salió por encima del
travesaño.
Ramis hizo debutar a Enric Gallego, a
falta de media hora, en una clara declaración de intenciones. El Tenerife llegó
mejor a la recta final del partido y eso intentó contrarrestar Ziganda
refrescando la medular con la entrada de Luismi, que jugó sus primeros minutos
de la temporada, y la de Borja Bastón, cambiando el sistema a un 4-4-2.
Ziganda empleó solamente tres jugadores
del banquillo. Matheus fue el último en entrar, en el minuto 89, en detrimento
de Samuel Obeng, que estuvo intenso en la presión y buscó el remate en varias
ocasiones, aunque sin acierto.
Tras cuatro minutos de prolongación, donde
hubo más tensión por la incertidumbre del marcador que por ocasiones, se llegó
al final del partido, tras el que hubo división de opiniones la grada: silbidos
y aplausos. El Oviedo se ejercitará mañana a las diez, con la mente puesta en el
partido del lunes 6 de septiembre ante el Huesca (El Alcoraz -
21:00 h.).
Floja entrada en el Tartiere.
Apenas cuatrocientos espectadores más que en la primera jornada.