
Noventa años dan para mucho. Recuerdos, anécdotas, capítulos
más y menos afortunados que conforman la existencia de todo equipo de fútbol. En
el Marino de Luanco, desde hace veinticinco años hasta nuestros días, los
diferentes ascensos a la recién desaparecida Segunda B, el título de Copa
Federación estatal, los seis títulos autonómicos y la Copa del Rey frente al
Súper Dépor, han minimizado otros logros.
Para llegar a los éxitos más recientes hubo un ascenso a
Tercera División, en la temporada 1984/85, que fue determinante. El equipo azul
llevaba desde la temporada 67/68 ausente de la categoría. Por aquel entonces la
gran mayoría de los jugadores del Marino eran luanquinos y gozoniegos y esa
circunstancia se mantuvo en la campaña del último ascenso a Tercera.
Fue el relanzamiento para el equipo presidido por Ramón
Rodríguez "Montán" y entrenado por José Antonio Novo. El Marino mejoró tras las
navidades, tras una primera vuelta lejos de los puestos con derecho a premio. En
el recuerdo queda aquel 1-0 al Candás, tras una galopada de Torres, desde la
divisoria hasta la portería de La Vallina y en un campo de Miramar embarrado.
Fue el pistoletazo de salida para un equipo que se mostró ganador en la segunda
vuelta y que supo sufrir en Luarca para lograr un 0-0 que le permitía participar
en la promoción por el ascenso.
El rival que le tocó en suerte fue el Atlético Albericia, que
jugaba sus partidos en el campo Juan Hormaechea, con superficie de arena y de
reducidas dimensiones. Tras el 2-0 logrado en Miramar con goles del inglés, Paul,
los luanquinos estuvieron arropados por muchísimos aficionados, empataron en La
Albericia y lograron un ascenso que abrió las puertas a un futuro de éxitos
mayores que aún perdura.
Para disfrutar de ese ascenso en tierras cántabras, viajaron
tres autobuses repletos de aficionados desde Luanco, al igual que un grupo
grande de coches particulares con seguidores. Incluso los marineros del barco La
Nueva Santanina que se encontraba en el puerto de Ondarroa al bocarte, fletaron
un microbús para estar en esta cita histórica y celebrada. En aquella temporada
se había incorporado a la directiva José Rafael González Viña, que compatibilizó
sus tareas de secretario, con las de excelente guardameta y también llegaba a
una de las vicepresidencias Luis Gallego González, que primero estuvo como
colaborador de Ramón Rodríguez "Montán" y más tarde como presidente, ligando así
su vida al Marino.
Hubo muchos nombres propios que arroparon y colaboraron en
aquel proyecto que colocó al Marino en la Tercera División astur-cántabra. Son
los casos de Julio César Suárez, actual coordinador del fútbol base de campo del
club, en aquellos tiempos estrecho ayudante y asesor del presidente Montán en
tareas deportivas. También el delegado -casi eterno- Cosme Cabrales, Valentín
Suárez, Evaristo Gutiérrez, ahora secretario y su hermano Rafael, fallecido.
Muchos nombres propios y algunos más que se quedan en el anonimato y que siempre
han estado "arrimando el hombro". Porque un club, como el Marino, con todo el
arraigo en Luanco y en Gozón, ha sido siempre una suma de esfuerzos y voluntades
desde 1931 hasta hoy.

Aficionados marinistas, celebrando el ascenso en La Albericia

Lleno en Miramar

José Antonio Novo




Celebración de aficionados en La Albericia. En la foto de la
derecha, situados de izquierda a derecha: Aina la del Barlovento (+),
Rubén (exjugador), Miguel Xireto (+), Melilla (+) (exjugador), Juan Carlos
"Pibe" (+), Juan Carlos "Sardín" y Belarmino Viña (+) (primer
secretario del Club Marino).