No hubo sorpresa y ganó el que más lo necesitaba. El Rayo fue netamente superior a un Oviedo que salió con un once titular inédito, cargado de jugadores no habituales. Pronto se adelantaron los de Iraola, que sentenciaron el partido al descanso y no pasaron apuros en la reanudación, por lo que finalizan la jornada séptimos, empatados a 64 puntos con el Sporting, que es sexto.

Con el partido del lunes muy reciente y sin riesgo ya de caer a la nueva Primera División RFEF, Ziganda introdujo hasta siete cambios en el once. Tan solo repitieron Femenías, Lucas Ahijado, Arribas y Jimmy Suárez. Entre las novedades varios jugadores que han tenido porcas titularidades como Diegui, Viti o Borja Valle. Uno algo más habitual es Samuel Obeng, del que sorprendió su ubicación, escorado a banda izquierda.

El triunfo ante el Málaga sirvió para disipar dudas de un hipotético descenso y abrió el melón de la renovación de Ziganda, que por el momento está en el aire. La necesidad de los puntos en juego se notó pronto y un centro de Álvaro García, en el minuto 8 de partido, lo remató casi a placer en el segundo palo Santi Comesaña, ante la mirada de Lucas y Samuel Obeng.

El Rayo Vallecano sabía de la victoria del Girona y del Sporting, por lo que estaba obligado a ganar. Los de Iraola no bajaron el pistón tras el 1-0 y buscaron el gol de la tranquilidad, tratando de darle mucho ritmo al partido.

Tras el arreón inicial, el Rayo se fue diluyendo y el Oviedo comenzaba a tener algo más la pelota, aunque sin llegar al área local. Su primer remate también acabó en gol y un saque largo de Femenías lo prolongó Borja Valle de cabeza para Blanco Leschuk, que controló en el área y definió con calidad por el palo corto, tras un grave error de Saviljevich.

Protestas en el segundo gol del Rayo

El Oviedo esperaba cerca de su área, defendiendo con las líneas muy juntas, ante un Rayo que abría campo, combinaba y buscaba a sus hombres de banda. En el minuto 38 se adelantó nuevamente el conjunto franjirrojo, tras un centro de Advíncula que despejó de cabeza Carlos Hernández a la frontal del área, donde apareció Isi Palazón para rematar con la zurda y enviar al balón al fondo de la red, tras golpear en un defensa. Los azules reclamaron fuera de juego, puesto que Yacine y Santi Comesaña se encontraban adelantados en el momento que despejó Carlos Hernández; el encuentro estuvo detenido unos segundos, pero el colegiado no consideró el fuera de juego y el 2-1 subió al marcador.

El VAR señala penalti de Edgar

En el minuto 43, un intento de despeje de Edgar, que estiró la pierna, acabó en penalti. Fran García fue a la disputa y cayó al suelo tras notar el contacto. Los jugadores locales reclamaron la pena máxima y también presionaron al árbitro desde la grada. El colegiado fue a ver las imágenes en las que se aprecia como Edgar intenta despejar, pero toca a Fran García que se metió en la trayectoria del balón; reglamento en mano no hay duda y el árbitro señaló la pena máxima, que se lanzó en el segundo minuto de la prolongación del primer acto. El exsportinguista Yacine Qasmi lanzó raso y a su derecha para anotar el 3-1 con el que se llegó al descanso.

El Rayo dominó la segunda parte, en la que se dedicó a tener la pelota y dejar correr el crono, frente a un Oviedo incapaz de llegar con peligro a las proximidades del área defendida por Luca Zidane. El cuarto gol llegó en una jugada desgraciada para los azules, tras un centro de Álvaro García desde la izquierda, que introdujo en su propia portería Lucas Ahijado.

Los dos entrenadores comenzaron a agitar el banquillo y Ziganda hizo un doble cambio retirando a los dos hombres de banda: Viti y Obeng, que no estuvieron finos, en la línea del equipo. Su entrada, quizá por estar ya el partido finiquitado, aportó calidad al Oviedo, que tuvo más la pelota y buscó el gol en los minutos finales.

Esta derrota deja al Oviedo decimosegundo, a falta del partido del lunes ante el Mirandés -posiblemente con público en el Tartiere- y el de la última jornada en Tenerife. Tras los resultados de esta jornada se confirma la permanencia matemática de un Oviedo que aventaja en nueve puntos a la zona de descenso. Los carbayones están a  solo tres puntos de la novena posición que ostenta el Mirandés, su próximo rival, un partido que ambos afrontarán con la única ambición de acabar mejor clasificados para conseguir una mayor porción de los derechos televisivos, una cantidad que para el Real Oviedo podría suponer unos 500 mil euros arriba o abajo, en función del puesto final.