En los próximos días se
reunirán el club y el
técnico para dirimir su
futuro, el club quiere
que continúe. Clemente
lamentó la falta de gol
del equipo "fue el
hándicap más grande que
tuvimos".
Christian Pito y Clemente Sánchez en Les Caleyes.
El Lealtad consumó el descenso a
Tercera RFEF este domingo después de empatar (2-2)
con el Pontevedra. Los de Villaviciosa iniciaron muy
bien la temporada y se quedaron a un paso de evitar
la fase por la permanencia, pero fueron de
deshinchándose y acabaron inmersos en una dinámica
negativa que alcanza los tres meses sin ganar.
Esto no supone ningún descalabro
para el Lealtad, que en los últimos años está
jugando este papel de equipo ascensor, y que ya
piensa en la planificación de la próxima temporada,
a falta del partido de Guijuelo para culminar el
curso actual, en la que tienen pensado asturianizar
el equipo por cuestiones económicas. La idea del
club es que Clemente continúe al frente del equipo y
ambas partes se emplazaron para hablar la semana que
viene.
Por su parte, Clemente lamentó
las oportunidades perdidas para evitar el descenso,
"pudimos rematarlo el día del Langreo -la última
jornada de la primera fase-. Si hubiésemos logrado
ganar la situación hubiera sido al revés". También
se acordó de la derrota en El Requexón, "ganábamos a
falta de quince minutos y terminamos perdiendo. Esos
puntos nos hubiesen permitido escaparnos un poco".
Eran conscientes que la segunda
fase "era muy complicada para nosotros, solo libran
tres y nos enfrentábamos a equipos muy potentes y
acostumbrados a jugar partidos con presión. Nos
empezó a entrar el miedo y nos acabó condenando". El
Lealtad anotó tan solo diecisiete goles en
veinticinco partidos, lo que le sitúa como el equipo
menos goleador del grupo, con dos tantos menos que
el Marino, "la falta de gol fue el hándicap más
grande que tuvimos", concluyó Clemente.