La permanencia
a tiro. Este partido estaba marcado en el calendario
de los dos equipos, pero sobre todo en el del
Oviedo, consciente de que el resultado marcaría el
rumbo del final liguero de un Oviedo. Los azules se
han mantenido regularmente en la zona media-baja en
una temporada decepcionante, pero sin demasiados
apuros para conseguir la permanencia, que tienen a
tiro de piedra a cuatro partidos para finalizar la
competición.
Los carbayones
fueron superiores al Sabadell, que tuvo más la
pelota, pero no pudo llevarse nada positivo del
Carlos Tartiere gracias al buen trabajo colectivo y
a los goles de Rodri y Nahuel. El delantero soriano,
criado en Andalucía, fue la sorpresa en el once y el
jugador más destacado del Oviedo, con el gol y el
remate previo al tanto de Nahuel.
Seis cambios
en el once respecto al equipo que empató (2-2) en
Almería. Ziganda siguió el partido desde la grada al
tener que cumplir su segundo partido por sanción y
sustituyó a Diegui Johannesson, Carlos Hernández,
Christian Fernández, Tejera, Borja Valle y Samuel
Obeng por Arribas, Lucas Ahijado, Jimmy Suárez,
Sangalli, Borja Sánchez y Rodri Ríos.
El duelo era
muy importante para los dos equipos, el Oviedo
quería conservar su ventaja con la zona de descenso
que marcaba el Sabadell, que venía de sumar dos
triunfos consecutivos. Tras unos minutos de tanteo,
el primer aviso lo dio el Sabadell en una contra
llevada por la izquierda por Hernández, que culminó
con un centro al área para Stoichkov. Femenías
atrapó su remate con la zurda sin demasiados apuros.
Esta ocasión llegó justo antes del gol del Oviedo,
en el minuto 16, obra de Rodri; el delantero remató
en el primer palo, con la diestra, un buen centro de
Jimmy el vértice del área.
El Sabadell,
que llegó al Tartiere sin complejos, buscó la
igualada y tuvo varias aproximaciones antes del
golazo de Óscar Rubio. El capitán visitante empató
el partido en el minuto 38, tras un despeje corto de
la zaga azul que se acomodó en la frontal para
golpear con la otra pierna y colar el balón por la
escuadra del palo largo de la portería defendida por
Femenías. Golazo.
Pero poco le
duró la alegría al Sabadell. Un minuto más tarde,
Rodri recuperó una pelota en la línea de tres
cuartos, anticipándose a su marcador, y se plantó
ante Mackay, estrellando el balón en el poste. El
rechace le cayó a Nahuel, que no perdonó desde la
frontal, anotando el 2-1.
Nada más
comenzar la segunda parte, Borja Sánchez probó
fortuna, tras un saque de banda, con un tiro lejano
que Mackay despejó a córner. El saque de esquina
botado por Nahuel lo cabeceó Grippo en el punto de
penalti, pero Mackay hizo una buena estirada y
evitar el gol.
El Sabadell
llevó la iniciativa en busca del empate ante un
Oviedo que iniciaba una alta presión en campo
propio, dejando maniobrar únicamente a la línea de
tres centrales visitantes. El Oviedo trataba de
hacer posesiones largas y conservar la pelota cuando
tenía la oportunidad, jugando con el marcador a su
favor. Los carbayones buscaban la amplitud y los
pases de seguridad.
Ziganda
apuntaló la zaga con la entrada de Christian
Fernández y pasó a jugar con defensa de cinco. Los
minutos corrían en favor de un Oviedo que no pasó
apuros hasta que en el minuto 88, un centro de
Víctor García desde la izquierda lo cabeceó Guruzeta
en el área, ganándole la partida a Christian
Fernández, pero Femenías despejó el balón a córner
con una buena mano.
Esta fue la única ocasión de un Sabadell que fue de
más a menos en el partido. El Oviedo supo jugar con
el reloj en los minutos finales y no pasó apuros
para lograr tres valiosos puntos que significan un
paso de gigante para cerrar la permanencia, motivo
por el que el triunfo fue tan celebrado por los
jugadores azules.