El Marino ya había avisado al Depor en Riazor y en este segundo capítulo, los de Manel Menéndez demostraron saber hacer y entender lo que pedía el partido. En campo coruñés los de Luanco defendieron sin fisuras y solo un penalti muy discutible permitió ganar a los coruñeses, mientras que hoy en Miramar el cuadro gozoniego dejó escrito un manual de cómo defender, contragolpear o regalar campo y balón según lo requería el momento. Solo hubo dos peros al disfrute de este 0-0 ante el antaño SuperDepor. La lesión de Emilio Morilla con fractura de mandíbula tras un choque con el lateral Salva Ruíz puede significar el final de la temporada para el defensor azul. El otro pero está en la falta de gol de este Marino, tras seis encuentros consecutivos sin marcar. Este dato sería preocupante en otra situación aunque los futbolistas luanquinos siguen exigiéndose, pero sin que exista para ellos una trascendencia directa en los resultados.

Llegaba el Depor, después de veintiún años a Luanco, con la necesidad de ganar para ir asegurando ese objetivo de estar la próxima campaña en la Primera División de La RFEF. El Marino estaba tranquilo y a la vez responsabilizado. Prueba de ello fue que los locales pusieron las cosas muy difíciles a los de Rubén de la Barrera.

A los 12’, Chechu Grana palmeó a corner un centro-chut lanzado por Salva Ruíz. En el 15’ se lesionaba Morilla y Guaya pasaba a central zurdo y Borja Rodríguez se asentaba en el carril izquierdo. Enol realizó un buen trabajo y tuvo un mano a mano en el 20’ ante Lucho García que conjuró el disparo raso. Lara en el 23’, vio la posición adelantada de Chechu Grana pero disparó fuera.

El Marino era polivalente, defendiendo solidario sin balón e intentando contragolpes. El Depor parecía dudar, si lanzarse a un juego directo que intentó Bergantiños varias veces o quedarse tocando y retocando el balón. Esto último ocurrió tras el descanso, cuando los coruñeses tuvieron más la posesión , pero rara vez hicieron daño en esos últimos metros.

De la Barrera, incorporó a Héctor Hernández y a Raí tras el descanso y al poco la lesión de Keko Gontán le obligó a dar entrada a Rayco. El Depor mejoró relativamente, manejó el balón con circulaciones lentas, previsibles y estériles frente a un Marino al que costaba más salir al contragolpe, en parte por el cansancio lógico tras el esfuerzo anterior.

En la zona de remate no hubo regalos por parte de los azules y el partido se iría consumiendo. Raí mandaba alto en el 66’, Villares cabeceaba fuera en el 75’ y Chechu Granda mandó a corner, tras una buena intervención, un remate de cabeza de Villares en el 77’. Esa fue la mejor acción del Depor, en una segunda mitad en la que Miguel Prado desbarató una colada de Miku en el 87’.

El Depor empata a puntos con el Racing de Ferrol , aventaja en dos al Numancia y depende de si mismo. Los gallegos recibirán el domingo al Unión Popular de Langreo (19 horas en Riazor), en tanto que el Marino viajará a Santiago de Compostela para medirse al Compos, ese mismo domingo en el Campo Vero Boquete- antes Multiusos de San Lázaro- a partir de las 17 horas.

En cuanto a la fractura de mandíbula diagnosticada a Emilio Morilla, el club luanquín emitió un comunicado informando que el jugador precisa intervención quirúrgica y que esta podría tener lugar mañana lunes en esa Área de Maxilofacial del HUCA.

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