Los primeros minutos fueron de tanteo, sin un dominador claro y con los dos equipos a la expectativa. A medida que avanzaban los minutos fue el Girona quien se hizo con la posesión de balón, sacando el balón jugado desde atrás, con un jugo combinativo, abriendo el campo para generar espacios. El Oviedo iniciaba la presión en campo propio, con las tres líneas muy juntas y sin dejar huecos.

A pesar del abrumador juego de posesión que realizó el Girona en la primera parte, no consiguieron profundizar y generar peligro en el área defendida por Femenías, que al igual que Juan Carlos, tuvieron un primer tiempo plácido.

Ziganda tuvo que utilizar su primer cambio en el minuto 32 para sustituir a Blanco Leschuk. El ariete argentino recibió un golpe y fue reemplazado por precaución, en su lugar entró Borja Sánchez, que ocupó la banda izquierda, adelantando la posición de Nahuel Leiva a la punta de ataque junto a un Samuel Obeng que apenas intervino en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Con la entrada de Borja Sánchez mejoró ligeramente el bagaje ofensivo del Oviedo, que tuvo la mejor oportunidad de esta primera mitad en el minuto 38, tras un centro del ovetense desde la línea de fondo, que cabeceó desviado Edgar en el primer palo. La polémica llegó cuatro minutos después, cuando Tejera cayó en el área y reclamó penalti, pero el colegiado no interpretó así el derribo del jugador gerundense.

Continuó el dominio visitante en la segunda parte. El Girona combinaba pero no inquietaba a Femenías y el Oviedo buscaba a Borja Sánchez en la banda izquierda en busca de transiciones rápidas para intentar sorprender a la contra.

Bárcenas adelantó al Girona

El primer remate del Girona llegó en el minuto 61, tras el rechace de una falta que engatilló Bárcenas con la derecha, obligando a Femenías a meter la mano para despejar a córner. Solo un minuto después pudo resarcirse el exoviedista; recibió en profundidad, pisó la pelota y con la derecha cruzó lejos del alcance de Femenías para anotar el 0-1. El panameño dedicó el gol a su hijo metiendo el balón debajo de la camiseta.

Reestructuración fallida tras el gol

Ziganda agitó el banquillo y pasó a jugar con tres centrales. Dio entrada a Borja Valle y a Rodri, en detrimento de Diegui y Obeng. Tejera actuó como pivote, Sangalli y Borja Sánchez como volantes, los carriles quedaron para Lucas y Nahuel, dejando en punta a Borja Valle y Rodri Ríos. El Oviedo pasó a llevar la iniciativa y pidió otro penalti en el minuto 79, por derribo de Ramón Terrats a Rodri Ríos, pero el colegiado no lo consideró. Los azules tuvieron la pelota pero, al igual que le ocurrió primero al Girona, no fueron capaces de encontrar espacios e inquietar al meta rival.

Nada más señalar el final del partido, Ziganda saltó al campo y se dirigió al árbitro, al que le hizo un par de comentarios. Sagués Oscoz le mostró la tarjeta roja, por lo que no se podrá sentar en el banquillo el próximo sábado (18:15 horas) en Almería. Los azules ven mermado su colchón sobre la zona de descenso que ahora marca el Alcorcón con cinco puntos menos que los carbayones.