El presidente del Real Avilés compareció este mediodía para informar de la
situación actual del club, tras el brote de Covid en el primer equipo. Baeza
indicó que son los grandes perjudicados y se mostró decepcionado con los clubes
rivales por su falta de apoyo.
Diego Baeza y Ramón Alonso,
esta temporada, en el Hermanos Antuña.
Diego Baeza se sentó esta mañana
en la sala de prensa del Román Suárez Puerta, donde
comenzó informando que después de 37 PCR realizadas,
se han detectado un total de quince positivos:
once jugadores y cuatro trabajadores. Una cifra
que ha ido aumentando desde que se conocieron
los primeros positivos el pasado jueves,
en los test de antígenos previos al partido que
debían haber disputado ante el Llanes.
La plantilla se encuentra
confinada desde entonces y el domingo 25 repetirán
prueba PCR a todos, con el objetivo de reanudar la
actividad lo antes posible. A falta de confirmación
oficial, el miércoles 28 jugarán en El Florán el
partido que deberían jugar este fin de semana ante
el San Martín, el domingo 2 en casa ante L'Entregu,
el miércoles 6 o el jueves 7 ante el Llanes en el
Suárez Puerta y ese mismo domingo ante el Llanes en
San José. La RFFPA dejó claro en el día de ayer, en
una reunión telemática con todos los equipos de
Tercera, que esta segunda fase debe finalizar el día
9 de mayo, como está fijado.
Baeza indicó que ahora mismo
cuentan con nueve jugadores disponibles, aunque
recuperarán alguno más tras las pruebas del domingo.
El presidente del Real Avilés comentó que "todos
los equipos quieren que compitamos con los menos
jugadores posibles, les da igual que sean nueve,
once o veintidós. Aunque no estamos en la posición
que nos corresponde, parece que somos el equipo a
batir".
Un grupo de whatsapp
paralelo
El propietario del club avilesino
afirmó que "se ha creado un chat paralelo en el que
comentaron que nuestros jugadores estaban bien y
hacíamos todo esto para recuperar lesionados. Ningún
presidente me ha llamado para saber cómo están los
jugadores. Nos ha tocado a nosotros hoy, pero mañana
puede ser a cualquier equipo. Me llevé una decepción
enorme cuando vi esas capturas".
El cuerpo técnico y,
especialmente, el preparador físico Javier Casares,
"están trabajando para que los jugadores pierdan el
menor tono físico. Confío en la plantilla y en los
técnicos para poder conseguir el objetivo". Aunque
apuntó que ya no piensan en el ascenso directo,
"porque estamos en una situación muy complicada.
Ahora pensamos en recuperar a los jugadores y
prepararnos para la segunda fase. Nos ponemos en
el peor de los escenarios porque la vida te da un
vuelco que no te esperas, el miércoles estaban
entrenando y el jueves confinados. Tenemos que
jugar cuatro partidos a vida o muerte en dos
semanas, el gran perjudicado es nuestro club y
nuestros jugadores".
Recalcó que a diferencia de algún
club no se han ocultado los positivos, aunque sin
apuntar a nadie, e incidió en que desde su llegada
"vamos por el libro y queremos ser transparentes.
Igual que se saben nuestros positivos se saben otras
cosas, no estoy apuntando a nadie, pero lo digo
sobre todo por salud".