En la segunda mitad cambiaron
algo las cosas y el Colunga tuvo algo más de
posesión, pero el Vallobín, apoyado en su solidez
defensiva y sin excesiva fluidez en su zona de
creación de juego, a base de empuje, llegó a crear
un par de ocasiones de gol en jugadas a balón parado
en las que el portero Yago estuvo muy acertado.
Pero lo que tiene el fútbol, a
siete minutos de cumplirse el tiempo reglamentario,
en el único disparo entre los tres palos que efectuó
el Colunga en todo el partido, Pablo Martínez anotó
un gran gol; en un rechace de cabeza de un defensor
del Vallobín al saque de una falta, con el balón en
el aire y unos metros fuera del área grande, Pablo
Martínez empalmó un disparo tan potente como bien
colocado que se coló como una exhalación hasta el
fondo de la portería local, haciendo inútil la
estirada de Marcos. El gol desbordó la alegría de
los jugadores y seguidores del equipo colungués. De
ahí hasta el final el Vallobín intentó el empate con
gran empeño , logrando forzar varias faltas y saques
de esquina; a pocos minutos del final, en el saque
de un libre directo ejecutado por Tito el portero
Yago rechazó el balón y el jugador local Pablo,
cuando casi se cantaba el empate en las gradas,
estrelló su remate de nuevo en el buen arquero
colungués.
Al final del partido la
desbordante alegría de los jugadores del Colunga
contrastó con la tristeza y decepción que reflejaban
los semblantes de los jugadores naranquinos.
Estos tres puntos sitúan al
Colunga fuera de los puestos de descenso a
Preferente, mientras que el Vallobín se aleja cada
vez más de esa zona y deberá realizar una segunda
fase para evitar el regreso a Preferente.