Tuilla y Colunga cosecharon un empate que no sirvió a ninguno para alcanzar sus objetivos. El jugador local, David Pérez, jugó los últimos diez minutos del partido como portero.

Partido de necesidad para cumplir objetivos en El Candín. Club Deportivo Tuilla y Club Deportivo Colunga ante empresas harto complicadas en feudo langreano. Con los deberes sin hacer en el último examen, la nota a sacar era demasiado alta para ambos. Los de Manolo Simón debían golear y esperar a que el Llanes cayese -que no cayó- en Villarea. Por su parte, los visitantes, los del langreano Jano, debían ganar, que no es poco en territorio arlequinado. Pero ni uno, ni otro.

Arrancó el partido con ilusión para los visitantes, ya que. tras una traca defensiva local, Zucu recogió y sólo e incrédulo ante el regalo definió para el gol ante Raúl. 0-1 y el Everest para el Tuilla. Sentó como un croché al mentón y los arlequinados estuvieron groguis durante algunos minutos, en los que un centro desde el flanco izquierdo colungués se paseó por delante de Raúl sin rematador. Despertó al cuarto de hora el cuadro langreano, y fue Cris Alonso el que recogió en izquierda, se fue hacia dentro y el disparo con objetivo palo largo se fue a las manos de Yago. Un Yago que iba a ser protagonista del partido. Seguía el Tuilla intentando al menos remontar para sumar puntos, ya que serán importantes para la siguiente fase, y fue Álvaro Pozo el que enganchó de primeras al borde del área un rechace alto. Llegó la más clara para Marcos Iglesias, que se revolvió en área pequeña por el perfil zurdo y, tras hacerlo todo bien, falló en la definición enviando desviado.

Seguía y seguía el Tuilla que, ahora sí, vivía buenos momentos de fútbol, y la tuvo buena en un cabezazo de Prendes que atrapó bien y bonito Yago. En el minuto 34 llegaron las tablas. Nacho Méndez punteó dentro del área y Aldo cayó en la trampa. Hombre al suelo y penalti. El defensa visitante ni protestó una pena máxima muy clara. El resto, lo de siempre. No perdonó "el mago de Riosa" y Álvaro Pozo para dentro. Empate.

Seguía el Tuilla con el martillo pilón, pero Yago quiso erigirse en Lev Yashin, y ante cabezazo de Velardi en carrera sacó una mano tremenda sin tener ni siquiera que tirarse. El rechace, lo envió Nacho Méndez fuera del campo. Fue la última. Descanso.

La segunda mitad empezó entre la zozobra, motivada por un calor gaditano, y hasta los doce minutos no tuvo nada. Eso sí, en el doce, paradón Yago. Buena acción del Tuilla, pase de la muerte y Marcos Iglesias, que ya pensaba en la celebración envió la bola para el gol, de no ser porque Yago estiró su brazo y en una de las paradas del año envió a córner. En ese mismo córner, revancha del panzer gijonés, que anotó libre de marca el segundo.

No le quedaba otra al Colunga que quemar las naves e irse con todo arriba, y lo hizo. Fue Zucu quien tras tres bicicletas chutó y atrapó Raúl. Y a siete del final, la jugada de locos del partido. Salió mal Raúl, chocó con Raúl Carballo. Unos pedían falta y otros penalti, el colegiado no pitó nada y la bola le cayó a Zucu que puso el empate. El guardameta, desesperado, pidió falta y, para más inri, no pudo seguir tras el golpe en la mano. Manolo Simón había ya agotado cambios y ventanas, por lo que David Pérez, lateral derecho, bajo palos. Incomprensiblemente el Colunga no disparó entre palos, y las tablas fueron el resultado definitivo.

Al final, el Tuilla, cuarto, jugará la fase final y buscará el ascenso por el camino largo. Por su parte, el Colunga, irá a la guerra para evitar el descenso. Todo por decidir.

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