El exoviedista fue el autor de los dos primeros goles de la victoria del Leganés. El Oviedo se mostró muy espeso y se jugó a lo que quiso el conjunto dirigido por Asier Garitano.

El Leganés, con un juego poco vistoso, pero muy práctico, consiguió imponerse con claridad a un Oviedo blando en defensa y en ataque, que sólo inquietó la meta de Cuéllar al final, con un testarazo de Grippo al larguero, a la salida de un córner. Los pepineros fueron muy efectivos y justos vencedores de un partido en el que los azules acabaron con diez por la expulsión de Christian Fernández.

Ziganda introdujo dos novedades en el once, respecto al equipo que empató el pasado viernes en su visita al Espanyol (1-1). Mossa y el goleador Nahuel Leiva ocuparon el sitio de los canteranos Lucas y Javi Mier. Su homólogo, Asier Garitano, optó por un sistema con cinco defensas, tres medios y dos delanteros de nivel como José Arnáiz y Borja Bastón.

Los primeros compases fueron de tanteo, con un Oviedo que intentaba llevar la iniciativa, pero sin profundidad. El Leganés se mostraba muy sólido y superior en todas las líneas.

El Leganés marca en su primera llegada

Javi Hernández hizo esta noche de verdugo para su exequipo. El defensa, hoy de carrilero zurdo, anotó el 0-1 en una incorporación al ataque, en la que recibió un balón en el arcén del área y se coló dentro, sorprendiendo a Femenías con un remate que golpeó en Christian Fernández. El balón cambió de trayectoria y acabó en la portería local, ante la mirada del meta balear, que nada pudo hacer por evitarlo.

El Oviedo estaba espeso, sin juego asociativo en ataque, lo que impedía intervenir a sus dos delanteros en el área rival, ya que Sangalli y Borja Sánchez apenas se dejaron ver. Nahuel Leiva lo intentaba bajando a recibir, pero sin continuidad, ni llegadas claras. De hecho, fue Borja Bastón quien pudo anotar el segundo en el minuto 23, con una vaselina que despejó Femenías.

Javi Hernández volvió a pedir perdón en la celebración del segundo gol, nada más comenzar la segunda mitad. El exoviedista remató en el segundo palo un centro de Sergio Palencia, ante la mirada de la zaga azul, que nuevamente se vio sorprendida con su incorporación al ataque.

Tejera recortó distancias de penalti

Posiblemente el único remate en la portería de Cuéllar fue el lanzamiento de penalti de Sergio Tejera. El capitán azul convirtió una pena máxima cometida por mano de Sergio a la salida de un córner botado por Borja Sánchez. El colegiado revisó el VAR ante las protestas locales y señaló el penalti.

Los azules se volvieron a meter en el partido con este gol, aunque la realidad es que se siguió jugando a lo que quería el Leganés, que demostró su superioridad con un juego muy práctico. Los pepineros mantuvieron el balón lejos de su área y no pasaron apuros.

Ziganda buscó un revulsivo retirando a Rodri y Borja Sánchez que, al igual que el resto del equipo, no estuvieron acertados. En su lugar entraron Borja Valle y Blanco Leschuk que pasaron completamente inadvertidos.

El Oviedo acabó con diez

Arcediano Monescillo mostró la segunda amarilla a Christian Fernández en el minuto 73, tras un forcejeo con Borja Bastón en la medular, en el que terminó pisando la entrepierna del ariete.

Ziganda dio entrada a Javi Mier como central y Sangalli en la medular acompañando a Tejera. En inferioridad numérica, los azules fueron sometidos por un serio Leganés, aunque en los minutos finales, Grippo cabeceó un córner al larguero, en la mejor ocasión del partido para los carbayones.

El 1-3 llegó en el minuto 95, con un derechazo de Kevin Bua por el palo corto de la meta defendida por Femenías. Una derrota que corta la racha de cuatro partidos invictos de un Oviedo que sigue navegando por la zona media de la tabla. La mediocridad de este equipo queda patente ante los rivales de entidad de la categoría y es que sólo ha ganado al Sporting de los seis primeros clasificados, un dato que habla claro del rendimiento de este equipo.

El Oviedo finaliza la jornada 29 en la decimotercera posición, con 36 puntos, siete por encima del Alcorcón, que marca la zona de descenso con un partido menos, el que jugará mañana a las siete en Almería.