Con el 1-0 continuó el meneo de los locales, pero el Oviedo fue despertando y en el minuto 14 realizó su primer ataque organizado del partido, que dio pie a unos minutos en los que disfrutó de la posesión de balón y jugó en campo contrario.  El Oviedo apostó por un juego elaborado, tratando de combinar en campo rival ante un Espanyol replegado, con las líneas muy juntas cerca de su área. Tejera, con un remate mordido que atajó Diego López, realizó el único disparo reseñable de los de Ziganda en la primera mitad.

El VAR expulsa a Dídac

Una dura entrada del lateral zurdo sobre Nieto dejó con diez al Espanyol en el minuto 36. El colegiado mostró amarilla, pero recibió la llamada de la sala VOR y fue a visionar la jugada, determinando rápidamente que Dídac golpeaba el tobillo de Nieto con su pie, por lo que rectificó y le mostró la roja.

El Oviedo trató de llevar la iniciativa en la segunda mitad, pero sin profundidad ante un Espanyol que no pasaba apuros. Raúl de Tomás vio la amarilla nada más reanudarse este segundo acto y pudo ser expulsado en el 61', tras un derribo a Lucas que el colegiado no señaló para evitar dejar con nueve al conjunto perico.

Ziganda agitó la coctelera

El técnico navarro, que no suele estar acertado con los cambios, mejoró la imagen del Oviedo con un doble cambio y una reestructuración total del equipo. Blanco Leschuk y Nahuel entraron por Rodri y Lucas. El Oviedo pasó a jugar con tres centrales: Grippo, Edgar y Christian, dejando los carriles para Juanjo Nieto y Nahuel. Tejera actuó como organizador y por delante quedaron Sangalli y Borja Sánchez, que se mostraron muy cómodos como volantes, dejando a Valle y Blanco Leschuk en punta. Así llegaron los mejores minutos del Oviedo, tanto Sangalli como Sánchez entraron mucho en juego y los carbayones llegaron con peligro a las inmediaciones del área local, aunque sin encontrar opciones de remate.

Nahuel empató el partido con un golazo

El argentino pudo resarcirse de sus grises actuaciones en los últimos partidos y anotó el 1-1 con un latigazo desde la frontal del área, que se coló por la escuadra del palo corto de la meta defendida por Diego López. El exportero internacional se estiró, pero no pudo llegar al misil del ariete oviedista.

El Oviedo mostró ambición y no se conformó con el empate, aunque desapareció del partido con la entrada de Obeng por Borja Sánchez, que desplazó a Valle a la banda derecha. Posiblemente fue un cambio para dar refresco, pero truncó la progresión de un Oviedo que disfrutaba de sus mejores minutos. El ariete ghanés aportó muy poco, al igual que Blanco Leschuk; el argentino tuvo una opción en un testarazo que remató muy desviado.

En los minutos finales se igualó la contienda y no hubo movimientos, finalizando el partido con un empate que hace justicia por lo visto sobre el terreno de juego.

Este empate supone el cuarto partido invicto de un Oviedo que lleva ocho de los últimos doce puntos y que seguirá una jornada más en la zona media. El próximo domingo recibirá en el Tartiere (20:30 h.) a otro rival de la zona alta como el Leganés.