Desde el comienzo de la segunda vuelta, el Marino ha cambiado su dinámica. Tras la llegada de Manel Menéndez, el equipo frágil “de cabeza” se ha tornado en “matagigantes, en una historia que comenzó hace un mes con aquel 1-0 al Numancia y que tuvo hoy otro capítulo feliz con el 3-0 a todo un Burgos que llegó a Luanco líder y que se marcha manteniendo esa condición. En medio de uno y otro, están también los triunfos de Villaviciosa y frente al Vetusta en Luanco. Con esos doce puntos sobre quince posibles, el cuadro gozoniego sigue reafirmándose en esa pugna por lograr la permanencia.

Julián Calero, entrenador burgalés, se marchó quejándose del estado de Miramar al que calificó de indigno para la práctica del fútbol y al igual que sus jugadores, polemizó con el 1-0 con aquello de si el balón había rebasado la línea de meta o no. La derrota no le sentó bien a este Burgos C.F. que lucha por el ascenso, pero que tuvo que rendirse ante el balance defensivo y ofensivo del conjunto gozoniego.

Para esta victoria de prestigio, Manel otorgó la titularidad a Borja Álvarez en el lateral derecho, volvió a la defensa de tres centrales y colocó a Iván Fernández en el extremo diestro. César y Lora conformaron el doble pivote ante la ausencia por sanción de Matador y de Luis Morán, que finalmente no estuvo en la convocatoria por unas molestias físicas.

Calero usó como centrales a Córdoba y a Zabaco, pero antes de la media hora por lesión del primero, retrasó la posición de Elgezabal, poniendo a Miki Muñoz en el trivote.

Tras un aviso de Claudio Medina, cuyo disparo lo detuvo Chechu Grana, llegaría el 1-0 precedido de una falta que protestaron los de Burgos. Golpeó Guaya y Borja Álvarez remató de cabeza, Claudio Medina rechazó también de cabeza, el balón pegó en el larguero, botó en la raya y el colegiado señaló gol, ante las protestas visitantes. Árbitro y juez de línea consideraron que el despeje del futbolista burgalés se produjo cuando el balón había rebasado la línea de meta. Acción para la polémica y las cosas empezaban a sonreírle al Marino que pudo marcar el segundo en un centro raso de Iván al que no llegó por poco Mendi. El 2-0 se produjo en el 19’. Otra vez Guaya, ahora desde la izquierda, botó un corner hacia el punto de penalti y allí, Alberto Lora conectó un buen testarazo que sorprendió a Marcelo Barovero.

El cuadro azul había rentabilizado frente a un Burgos que lo intentó con un lanzamiento en falta de Saúl Berjón y un disparo de Juanma que detuvo Chechu Grana.

Con una ventaja importante para el Marino se llegaba al descanso, si bien faltaban otros cuarenta y cinco minutos ante un buen equipo que exhibió su “fondo de armario” con un triple cambio a falta de media hora. Rubén Lobato, Javi Gómez y Roberto entraron al campo y más tarde lo haría Pisculichi.

Miki Muñoz disparaba fuera en el 50’ y el cuadro local entendió bien el contragolpe y las transiciones rápidas. Alex Arias pisó área con sensación de peligro en el 59’ y el 65’, en tanto que Chechu detuvo el lanzamiento de Róber Alarcón en el 68’. Undabarrena evitó en una contra local que el balón le llegase a Alex Arias en el 76’. El Burgos buscaba, los locales se defendían con orden y Orviz inició, con un gran pase a Chiqui, el tercer gol de la tarde. Chiqui Castellano fue generoso y entregó la pelota a Enol Rodríguez que marcó a placer. Se estrenaba el joven delantero como goleador y precisamente él vio cartulina roja directa tras una disputa con Lobato, con balón por medio, cuando corría el minuto 92’.

El Marino se quedó con tres puntos que alivian su situación y el próximo domingo viajarán a Ganzábal para medirse al Unión Popular de Langreo que aventaja al cuadro luanquín en tres puntos.

Álbum de fotos aquí.