Viajó el Marino a Pucela con el objetivo de continuar en esa dinámica positiva de resultados y vista la primera mitad ante el Valladolid Promesas, las ilusiones de puntuar en el Anexo a Zorrilla eran sobradamente fundadas. Hasta el descanso se vivió un encuentro vibrante con ocasiones claras para ambos conjuntos, un disparo a la madera en cada una de las porterías y velocidad en todas las acciones. Tras el descanso, Zalazar, que sólo había aparecido al final de los primeros cuarenta y cinco minutos, cobró protagonismo. El 1-0 se gestó en la banda cuando Uche basculó a su derecha, consiguiendo con Zalazar una superioridad numérica que permitió al uruguayo entrar en el área y sorprender a Chechu Granda de disparo raso y por el palo corto. Poco después, Sergio Benito se fajó en el área ante Prado, Guaya y Lora que evitaron el contacto. El penalti se lo pitaron a Alberto Lora, aunque su “roce” al atacante vallisoletano no pareció lo suficiente como para derribarle. Zalazar no perdonó desde los once metros. El Marino volvió a recuperar el pulso al partido, Luis Morán tuvo la ocasión más clara, tras una buena acción personal y otro penalti riguroso en el añadido, señalado por derribo de Moha sobre Mendi, no pudo aprovecharlo Alex Arias que se encontró con el despeje del meta Gaizka Campos.

El técnico luanquín Manel Menéndez usó una defensa de cuatro hombres, ante la ausencia de Morilla por sanción. Con respecto al domingo anterior , Chiqui Castellano y el meta Chechu Grana entraban en el once inicial.

El entrenador local Javier Baraja que tiene una plantilla con un “fondo de armario” amplio y plagado de calidad, no echó en falta al sancionado Alonso, ni a Miguel Rubio, ambos centrales y este último convocado el pasado viernes con el primer equipo, al igual que Oriol Rey y Zalazar. Palomeque y Lucas Freitas estuvieron el eje defensivo, Fran Álvarez y Oriol se encargaron de “la sala de máquinas”, en tanto que Uche y Benito fueron las opciones más adelantadas.

El primer tiempo tuvo un ritmo muy alto. Oriol mandaba fuera en el 13’ tras una gran dejada de Sergio Benito, Uche remataba al palo en el 16’ y el cuadro luanquín disponía de una ocasión doble en el 18’. Gaizka salvó el cabezazo de Mendi y Freitas despejó, bajo palos, el remate de Miguel Prado. Por hacer un ejemplo personalizando, Alex Arias si tenía protagonismo en la elaboración, mientras que Zalazar no entraba en juego hasta el minuto 38’. Ahí despertó el uruguayo, con un disparo alto y en el 41’ obligó a un buen despeje a Chechu Grana. Al filo del descanso, Luis Morán enviaba un disparo cruzado, estrellándose el balón en la base del poste. No se podía pedir más a un encuentro que lo estaba ofreciendo todo, menos los goles que también se estaban mereciendo.

La segunda mitad tuvo otra lectura y el gol de Zalazar, tras un error doble, rompió el marcador. En el 58’ los azules protestaron una caída de Luis Morán en el área y sin tiempo para reponerse del 1-0, llegó ese penalti discutible que aprovechó el talentoso y ahora participativo Zalazar. El cuadro de Manel pudo reponerse del susto en el 68’. Luis Morán fabricó una jugada personal, pero su disparo salió alto. Hubiese sido un buen momento para acortar distancias. Ambos entrenadores movieron sus banquillos y Chechu salvaba el 3-0 en un mano a mano con Sergio Benito.

Se jugaba el añadido y Mendi al ir a rematar, se encontró con el pie de Moha. El penalti lo lanzó Alex Arias, pero Gaizka intuyó y evitó un gol que no hubiese servido para puntuar a los gozoniegos, pero que nunca está de más de cara a posibles empates a puntos.

Atrás queda el partido de Valladolid, y el Marino recibirá el próximo domingo , a las 17 horas en Miramar, al líder de este subgrupo, el Burgos.