Los carbayones llevaron el peso del partido ante un Albacete que no pasó apuros. Zozulia marcó el único gol del partido en un córner, durante la segunda mitad. El Oviedo no tuvo reacción y apenas intimidó a Tomeu Nadal.

El Oviedo sigue atascado y esta tarde encadenó su quinto partido sin ganar. Los azules llevaron la iniciativa del partido de forma clara, ante un Albacete replegado que esperó su oportunidad sin pasar apuros. Un córner sirvió a Zozulia para marcar el gol de la victoria, en un partido con muy poco trabajo para los dos porteros. La mayor parte del encuentro se jugó en las inmediaciones del área de Tomeu Nadal, pero el capitán del Albacete apenas tuvo que intervenir, gracias a la ineficacia de todos los hombres de ataque de un Oviedo que careció de acierto en el último pase y volvió a hacer aguas en el área rival.

Ziganda se perdió el partido por el contacto estrecho con un positivo de Covid-19 y fue su segundo, Bingen Arostegi, quien dirigió al equipo desde el banquillo. El Oviedo salió con la alineación esperada, en la que solamente se registraron dos cambios respecto a la que formó en Logroño la pasada jornada. El lesionado Arribas dejó su sitio para Grippo y Tejera regresó al once inicial en detrimento de Jimmy Suárez.

El Oviedo salió con entusiasmo. Dominando y combinando en campo rival, sometiendo a un Albacete que no se encontraba incómodo sin balón. Los carbayones trataban de dar amplitud al maltrecho césped del Carlos Tartiere, buscando las internadas por banda, aunque los centros no encontraron rematador, como viene siendo habitual.

Esta declaración de intenciones se quedó en eso nada más y lo cierto es que terminó interviniendo más Femenías, con algún disparo lejano y en algún centro lateral, que Tomeu Nadal. El Oviedo volvió a adolecer de lo mismo que en partidos anteriores: escasez de desborde y poca presencia en el área rival. Y eso que tanto Rodri como Blanco no pararon de moverse, pero sin acierto.

Con el empate inicial se llegó al descanso, tras una primera mitad de poco fútbol y aburrida para el espectador, donde la mejor oportunidad de los carbayones fue un remate de Christian Fernández a la salida de un córner, que se marchó por encima del travesaño.

Al igual que en la primera mitad, el Oviedo controló el balón y combinó en campo contrario. Javi Mier dio el primer aviso en el minuto 46, con un disparo desde la frontal que atajó sin demasiados problemas Tomeu Nadal, que solicitó atención médica y consiguió parar dos minutos el partido.

Zozulia adelantó al Albacete

El Albacete renunciaba prácticamente al ataque, dejando la posesión a un Oviedo sin remate y aguardando su oportunidad. Esta llegó en el minuto 58, con un córner en el flanco derecho que botó Álvaro Jiménez al primer palo. Allí esperaba Zozulia junto a Christian Fernández, que se elevó entre un grupo de jugadores de los dos equipos, para cabecear el balón al fondo de la red, haciendo inútil la estirada de Femenías.

Le costó reponerse al Oviedo, por las interrupciones, los cambios... Edgar entró en la medular y Borja Valle pasó a ser el acompañante de Blanco Leschuk. El argentino disfrutó de la mejor ocasión en el minuto 71, tras un gran pase interior de Mossa, pero el ariete -que vio bien el desmarque- remató al cuerpo de Tomeu Nadal en su salida.

Fue a partir del gol cuando el Albacete jugó más minutos en campo rival, tratando de alejar el balón de su portería. Bingen Arostegi dio entrada a Obeng y Borja Sánchez, a ocho minutos del final, en detrimento de Blanco Leschuk y el amonestado Tejera. Sangalli pasó a jugar por dentro y las bandas quedaron para Borja Sánchez y Borja Valle, y en ataque la pareja formada por Nahuel Leiva y Samuel Obeng.

El Oviedo lo intentaba con más corazón de cabeza y tuvo siete minutos de añadido -justificados por las pérdidas de tiempo y los cambios-, que no fue capaz de aprovechar. Grippo acabó en punta y Borja Valle tuvo la más clara, con un libre directo que impactó en la cepa del poste, tras una falta forzada por Obeng.

El partido agonizó con el Oviedo colgando balones a la desesperada y el banquillo del Albacete en pie pidiendo el final, que llegó a los 98 minutos de juego. La derrota supone el quinto partido de un Oviedo que no sabe lo que es ganar en 2021 y prolonga la racha del equipo que dirige el gijonés Alejandro Menéndez, que dormirá fuera de los puestos de descenso.